Poema del extranjero
Jag är en främling i detta land
men detta land är ingen främling i mig!
Gunnar Ekelöf
Este país no es mi país
su historia no me nombra en las batallas
escondido entre el humo y sus cadáveres
Más bien mis amigos suelen morir del corazón
pasar inadvertidos sobre los obituarios
Este país no es mi país
sus mitos no me alcanzan en la pantalla chica
de perfil ante los capataces
Nací años después no soy el responsable
de tal o cual barbarie de la infame campaña
ni adquirí la costumbre de sisar en casa del vencido
Mis conquistas son mías pequeñas invasiones asuntos sin cuidado
Yo pago cuanto puedo pido a crédito
doy fe de mis tarjetas a mis acreedores
Este país no es mi país
no entiendo cuanto hablan en los aparcaderos
ni el lenguaje cerril de los supermercados
suelo llorar en los dispensaderos en los cajeros automáticos
su dinero me causa una nostalgia parecida al dinero
(y no entiendo los códigos de la técnica nueva)
Este país no es mi país
ni su cruz es mi cruz ni su máuser mi máuser
apenas si contesto cuando alguien me escucha
o promete tenderse
como un cuerpo en el mapa de las cavilaciones.
Este país no es mi país
apenas es la sombra que me acoge en un sueño.
© Juan Cameron
Buenaventuranzas
Dichoso el tuerto en la tierra del sordo
será como gusano donde gallina ciega
será como el saciado donde el huevo de oro
Dichoso el tuerto en la tierra del mudo
que en su ojo muerto no pintará el sarcasmo
Pero menos dichoso en el país de ciegos
a palos con un bote de colores
y la torpe ansiedad del arcoiris.
© Juan Cameron
Non serviam
Mis enemigos legaron la tierra transformada
mis adversarios el miedo el día del encuentro
mis amigos las armas y ocultaron la muerte
Nunca temí
Mis hermanos me enseñaron lo futil de la lucha
y aquel fue mi salario:
el triunfo en la derrota.
© Juan Cameron
Diario de domingo
He leído a Bertolt Brecht tendido en el sofá
su almohadón es Narciso en el reflejo
He dormitado dos horas durante la breve claridad del día
He conversado con dos o tres personas
una de ellas un desconocido
Un colega me pasó veinte coronas para cigarrillos
Dos veces salí a luchar contra el viento y la llovizna
pero ninguna voz vivió por dos minutos
Una amiga quien me besó furtivamente después de una jornada
prefiere escuchar música a tenderse conmigo
Comí arroz con mayonesa y repollo con mayonesa
Mi país está afuera del espejo.
© Juan Cameron
Palto en plaza bismark
Ahí está mi casa
y su palto señero que inclina con el viento
a indicar la semilla
la tierra do abrigué la arboladura
cuando aún no existía su materia
Ahí está con sus vidrios
y sonríe quebrada a la bahía
vacía de los gritos de los años
y los pasos del perro que hoy vigila
las raíces del palto.
© Juan Cameron
Acuario
Volví a mi acuario y no sentí nostalgia por París
Más bien aleteaba por sus calles y tampoco sentí
mayor atracción a mis parientes boqueaba
en cada esquina de mi cubo una especie de mundo
para ir de aquí a allá para mostrar mi aleta
y emitir gorgojos en forma de burbujas
La ciudad es la ciudad me dije
y éste es mi acuario
y entré en la cama de una y luego
de un impulso me iba hacia el otro costado
Ah París! Ese país donde los avatares
venden vino francés en cada esquina.
© Juan Cameron
Cada vez que regreso a mi país
Cada vez que regreso a mi país
cada vez que de un corto viaje regreso a mi país
Los viajeros que regresan después de un largo viaje
aplauden en la losa
aplauden largamente al término del vuelo
y en el extenso aplauso logra posarse el ala
con un graznido sorda como rumor de plumas
Algunos lloran en silencio
aplastan su nariz así un niño en la vidriera
y pequeñas figuras agitan sus brazos a lo lejos
más allá de los ínfimos vehículos y de las escalerillas
y aplauden y aplauden hasta tomar los bolsos
y arrastrar las valijas como un ave enjaulada por los corredores
camino a las aduanas
¿Qué aplauden los viajeros?
¿Aplauden su regreso la pericia del vuelo
la imagen de la casa después de tantos años?
Sepa Dios qué aplauden los viajeros al posarse en la losa
el ala que los guía
mas agitan sus brazos como una gaviota
sorprendida en el nido en medio de la noche.
© Juan Cameron
Qué es chile
La bolsa de Comercio de Santiago
La edición dominguera de El Mercurio
Un día de visita al matadero
Tres taxis colectivos y una micro
El alcalde con Lastarria y J. Ahumada
Los programasen vivo de latele
La señora de compras en la feria
Un partido de Chile en el estadio
Eso es Chile
un partido de Chile en el estadio
con mitos y fantasmas y alegrías
el bien y el mal en el mismo huevo
y la copia feliz de las imágenes
llegadas desde el cielo por satélite.
© Juan Cameron
Chile es mi casa
Se regresa a la casa dicen quienes regresan
¿Pero cuál es la casa? ¿Cuál parte de la casa
es la casa del pródigo? ¿Dónde
ha de tirar sus huesos?
Para uno es el patio donde suceden cosas
pequeñas cosas así la vida debajo de los sauces
Para otros, los menos, el corazón de aquellos
asado en el domingo en la parrilla
y el comedor y el jardín se repiten en boca de los melancólicos
Pero alguno, quien no recuerda una casa, se ubica en la penumbra
entre el dormitorio y el balcón
Su imagen está sola bajo una cordillera
aunque ahora responde mientras observa el mar
Y en otro esa casa es la casa entera
tal vez su corazón la abarcó por completo
con sus viejos adobes y una ventana abierta
y el cerro de la infancia y son las carcajadas
y es la puerta y la pieza y los libros que esperan
como una Penélope cerrada en estos años
Pero el más silencioso habla de la cocina
y extiende el alimento sobre la antigua mesa
y de todas las casas le nace una ciudad
despertado de nuevo como un recién nacido.
© Juan Cameron
Vivir de los recuerdos
Me senté con Ezequiel y adoramos el vino
el viaje de regreso en la batea
la construcción del libro nos reímos
de todos los infantes y payasos
pues la risa
es copa del regreso
Y ahora disfrazado de chileno
como Cristo en
y de corbata
vendedor de empanadas y pomadas
así como me ven
analfabeto.
© Juan Cameron
Discurso del caballo de ajedrez
Para Angel Bobba Cabrera
En este cuadro estuve ayer nada ha cambiado
estoy allí y no estoy al mismo tiempo
En este cuadro boté a un peón en el mero impulso
/ de saltar
del negro al blanco y del blanco al negro
/ como afuera en los días
En éste mi sombra proyectó y debió despejarse
/ mi camino
Iba en otro sentido mi camino
a salto de mata esquivaba el obstáculo
con la vana presencia de mi gesto
En éste estuve altivo y humillado
en éste pasté los días y bebí el más dulce jugo
/ de cebada
Aquí pisé a una dama es tan fácil decirlo ahora
pero esa dama mi Dios ya no era mía
En ese escaque aquel fui iluminado
(me consagré a la luz vi como iba)
En ese foco el yugo al que confieso
/ pecados palaciegos y mi herida
En ese cuadro negro estuve opaco agazapado
/ fiera sin sentido
y en ese oscuro cuadro me ilumino en casa del saber
/ inclinada la pavesa hacia lo alto
y aquí -justo al lado de aquel donde me veis ahora-
hui al paso de la torre y me fui hacia la otra esquina
/ según mi cabalgar
del blanco al negro y del negro al blanco
/ pero siempre mi vista hacia esa meta
No hay nunca un desandar
(no volveré a mis pasos todavía)
A veces es un pasto fresco o tibio
a veces el sonido de herradura me hace fuerte
/ en mi andar sobre la piedra
en la copia feliz del Paraíso
Pero en ese
en ese cuadro de la esquina oscura
maté por la ilusión de defenderme de una clara
/ amenaza ya sabida
por esta desmemoria que me impulsa hacia el otro
/ sentido de la luz:
la sombra iluminada el blanco oscurecido
/ o la penumbra
porque nada es en sí de un solo tono que absorbe
/ los colores en un fondo
o los lanza hacia el cielo en arcoiris
Lo aprendí de mis saltos de este andar discontinuo
Aquí mandé
allí amé
aquí obedecí
allí fui odiado
y aquí estoy en la cresta de la ola
y en ese (tras de esquivar al vano alfil y su trayecto)
en ese cuadro cerca del noreste
/ atrapé al cabecilla desde truco
Lo arrinconé dudoso de su fuerza
mas no pude seguir soy un herbívoro
y la sangre no cuenta en mi memoria
Lo atrapé mas no pude cazarle
no se gana
se observa cada triunfo y la jornada
/ termina simplemente en su derrota
para empezar de nuevo
de blanco a negro de negro a blanco
como todas las piezas deste juego.
© Juan Cameron
Cachorro
Perdonad este pelaje descastado
este brillo es de tanto restregarme
de la baba la rabia la patada
Perdonad el mordisco por la espalda
es mi ternura agreste solapada
pero ternura al fin (la única mía)
En verdad salí cachorro
en la calle me hice perro
© Juan Cameron
El hacedor de lluvias
Hurgué en el más profundo cielo
los cirros como ovejas
Le musité mi aliento
y acaricié en la húmeda cavidad hacia la altura
de un blanco río que tocaba
el viaje con unción hube
de hacerla en la tormenta como mía
y ese jadeo
ese balido tierno como nube
era un trueno feraz junto a mi oreja
y anunciaba la lluvia
el bosque que mojó su piel más joven
mi corazón de lana
el blanco río contento con el canto.
© Juan Cameron
Adiós a septiembre
Yo esperaba que septiembre y sus idiotas días pasaran como un tranvía por las calles
Usted también y septiembre
bulliciosa lenta para perderse al fin por una esquina
camino hacia la cárcel de Lisboa
o en un accidente en Gotemburgo
o en la imagen de Santiago (1950) aún en la pupila
pero perderse al fin después de todo
Septiembre con sus cuatros y sus onces sus dieciochos diecinueves veintitantos
con el día del hijo y del cáliz brutal ya ni me acuerdo
Pero no
junto a Tomas Tranströmer me aparece procaz con esos ruidos
y esa Ophélia Queiros tan cabellera
Usted con su septiembre que estoy harto
pues ya espero en octubre y en noviembre
la llegada de enero y sus caballos.
© Juan Cameron
Copyrigh© todos los derechos reservados por el autor
NOTA BIOBIBLIOGRAFICA
Periodista y poeta. Nace en Valparaíso en 1947, ciudad donde estudia y reside regularmente hasta el año 1974 cuando parte a Argentina, donde vive hasta el año 1977. En 1987 volverá a partir fuera de Chile, esta vez a Suecia país donde residirá diez años.
Vinculado principalmente a los grupos literarios de la quinta región, Cameron era habitué en el café Samoiedo de Viña del Mar, junto a Juan Luis Martínez, Gregorio Paredes, Eduardo Parra (músico del grupo Los Jaivas), Raúl Zurita y Jaime Badilla, además de las veladas literarias que se realizaban en su propio hogar. En esa época (previa a su segunda partida) el escritor trabaja como profesor en distintos institutos profesionales de la zona. Luego en Suecia, colaborará para el semanario Liberación. Durante su estadía en ese país gana el Premio Revista de Libros de El Mercurio y el Municipal de Valparaíso (1996). Anteriormente había recibido los siguientes premios: Gabriela Mistral e Ilustre Municipalidad de Santiago en 1982; Carlos Pezoa Véliz en 1984; Premio Revista Liberación, Malmö, Suecia 1987; Premio Villanueva de
Figura destacada en la promoción cultural de Valparaíso, Cameron se ubica como un poeta – referente de la ciudad. En su poesía la imagen del puerto es frecuente, aunque sin caer en lugares comunes. Cameron trabaja con las imágenes cotidianas a través de un lenguaje directo y al mismo tiempo profundamente conceptual que muchas veces dialoga con el coloqiuialismo de la antipoesía. Las alusiones de sus textos tienen que ver con distintos referentes culturales relacionados a la ciudad o bien al cine y la literatura y en muchos casos realiza juegos de palabras basándose en fábulas y dichos populares.
La crítica ha destacado la dificultad para clasificar al escritor en una tendencia estética determinada. A grandes rasgos, Cameron escribe dentro de ciertos márgenes de lirismo, utilizando el verso libre además de los elementos rescatados de la antipoesía, como ya se señaló. Se considera al escritor como un autor peculiar y único dentro de su generación, en especial por la elaboración del poema escrito, es decir, la disposición textual de las palabras, elemento importante por crear un especial sentido del ritmo en el poema.
Bibliografía
- Las manos enlazadas. Valparaíso, Edeval, 1971.
- Una vieja joven muerte. Valparaíso. Del Café. 1972
- Perro de circo. Santiago. Premio Rudyard Kipling, 1979
- Escrito en Valparaíso. Santiago, Gráfica Marginal, 1982
- Poesía dispersa, 1985.
- Cámara oscura. Santiago, Manieristas, 1985.
- Video Clip, 1989.
- Como un ave migratoria en la jaula de Fénix , 1992.
- Registro curricular. Valparaíso, Del Café, 1997.
- Cuaderno de Rosario 1998.
- Visión de los ciclistas 1998.
- Versos atribuidos al joven Francisco María Arouet y otros textos desclasificados. Santiago, Lom, 2000.
- Jugar con la palabra (Antología 1971 – 2000). Santiago, Lom, 2000.
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