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lunes, 25 de junio de 2007

POEMAS DE MALU URRIOLA


POEMAS DEL LIBRO "PIEDRAS RODANTES"

GATOS

I

Los gatos chicos a veces mueren

apretados en el hocico de una perra

y parece que juegan

y mueven la colita

pero se están muriendo.

Hacen globitos con la sangre

mientras la lengua arranca

y un sol lúdico tironea su sombra.

El gatito se inclina

proyectando desde los ojos

una noche que se desmenuza

que cae en pedazos toda roñosa

y el cucho reventándose

trata de alcanzar un sol que se inclina

que cae en una noche pataleante

entonces hace como si se ahogara

mientras fermenta la noche

en un día lleno de sol

que cae duro en los techos

en sus ojos vidriosos

y el gato es extinguido

sacado fuera de lo real.

***

IV

Hey, malú, asume la vida de gato

que te toca saltar de techo en techo

porque ni siquiera un poco de sol

los hará volver

porque no nacimos para dar

pero tampoco para recibir

hay que asumir el costo

te estás chalando

nada te llena

y el hastío te agarra de espaldas

por eso le seguimos el juego

a los imbéciles

y corremos en esta carrera de equinos

de mala sangre

cuando el poeta canta su bar cecil

y Dios le guiña un ojo

y por el otro le cae un goterón de tinto

de aburrido tinto.

Hey, malú, nace una estrella

nadie quiere el nobel

pero se mueren de sólo pensarlo

los poetas se odian

toman juntos pero se odian

a quién le importa

que se maten

que se tengan pica hasta la muerte

total, de todas maneras

no tenemos quien nos abrace

porque los gatos se retiran de noche

quién sabe dónde.

Hay que asumir, pendeja

que estás sola

que te bailas un rock

para quitarte las ganas –tú sabes de qué–

porque de tanto perraje patriarcal trompeteado

estás hasta la tusa

y ellos siguen tirándose a partir

prejuiciados

amablemente discrepantes

hey, malú una raja, qué te importa

si ni siquiera encuentras algo que te importe

por eso callas y luego ríes

porque nadie te llena el hoyo,

ni el vino

ni los machitos

ni mirar sus traseros sin forma

no te queda más que caminar borracha

y llegar borracha a tu home

piedrita mendiga.

***

XI

Lo estropearon todo, baby

y te bailas un rock de malas ganas

porque ellos quieren verte

reventar de noche

ebria

sin hablar con nadie

y de día se lo pasarán pateando gatos

es entretenido verlos pavonearse

con sus chascas y ropitas excéntricas

pretendiendo volver al divino tesoro

qué va, son iguales a los demás

las grandes lumbreras del mundo

devorando ratas en las bibliotecas

bebiendo de noche en algún bar snob

de algún barrio snob

y salir snobmente borrachos

trágate esa vaga sensación de techos

despoblados, pendeja

y ve a emborracharte hasta que revientes

con tus amigos oligofrénicos

a quién le importa

que el último gato gris se aleje

en medio de los cachureos del techo

y que a lo lejos Bob Dylan gima

“like a rolling stone”.

***

POEMAS DEL LIBRO "DAME TU SUCIO AMOR"

Todas estas mujeres salen cubiertas de pieles de la ópera, yo escucho a Jessie Norman semidesnuda, bebiendo un poco, escribiendo estas cosas que no sé qué son, ni para lo que podrían servir, salvo para otros que están como yo aburridos, sin hacer más que leer o arrojarse en una butaca a ver un buen film, no intento conmover a nadie, la jubilosa masa de gente recorre el centro, y sus ropas cambian de color bajo los innumerables letreros, yo descanso de ellos en este apartamento sin ninguna compañía. Desde la ventana los veo caminar enmudecidos por el tráfico y la música de los clubes nocturnos, un par de muchachos cantan un viejo bolero a la entrada, una fina lluvia comienza a caer. Este es mi futuro, mi tremenda soledad.

En sus adaptadas caras los años pasan sin perdón, es mi fastidio lo que los mantiene vivos, si no los viera felices cuando el tiempo se invierte, pensaría que la vida ha sucumbido, por suerte ha pasado la hora, mientras la lluvia cae más gruesa, la calle ha quedado sola, cojo del frasco un par de pastillas y me hecho a dormir.

***

Santiago en ruinas, abril de 1992

No necesito nada más esta noche,

No quiero oír viejas anécdotas de poetas.

No sé si veré el futuro, si al menos

lo veré pasar por estos ojos.

Espero en la única gloria de los castrados.

Me abandonaré al silencio,

como un criminal abandona las armas y el placer

de la sangre.

***

POEMAS DEL LIBRO "HIJA DE PERRA"



Pasé el sábado tumbada, fumando y leyendo, otra vez perdiendo el tiempo, tú sabes que el tedio me hace leer mucho y perder mucho el tiempo, me quedé pegada mirando al techo como una idiota, trivializada como una idiota, porque sólo una idiota puede espantar esta pena, no quería oírte, no quiero escucharte... me hace bien quedarme sorda, me hace mal, me saco el brazo para calmarme, lo tiro sobre la cama y me calmo, no sabes cómo me calmo, porque sin este brazo no soy nadie, nadie, sin este brazo soy la pobre inútil que quisieras ver, sé que desearías verme sin este brazo, sería tu triunfo que me quedara muda y no te hablara, y es que no te hablo, leí La amortajada sola, solita, amortajadita... entonces no tenía esta boca, esta herida tuya sobre el lomo que no se cierra... entonces no escribía ni era como si lo hiciese, sorda era sorda y no hablaba de nada y no tenía nada que escribir a nadie, ni me importa si te gusta la Bombal, ni sentía este impulso de averiarme, ni de escribir como una bruta, porque sólo una bruta bracea contra la corriente, sólo una bruta escribe en estos tiempos brutales, porque soy incapaz, tosca y necia, bruta la que cree que escribiendo vive, que escribiendo muere, bruta la que cree que un puñado de palabras sirve para algo, porque soy bruta insisto, porque soy bruta no entiendo, porque soy retardada, porque cada palabra que no pronuncian mis labios me muerden como los hocicos de cien perros... quítame estos perros, no los sueltes... arráncame las cadenas del cuello me lo rebanan, las palabras ya no me abastecen, las palabras no sirven para nada, para nada, ni siquiera dicen lo que querrían decir, las tuyas en cambio son certeras, las tuyas si van a matar, matan. Los pedazos de mí lo saben por eso te temen, por eso te desean. Me arruinan, sabes que las palabras me arruinan, me están revolviendo entera, les temo, les temo tanto como a la ausencia de palabras, el temor es inmóvil, el temor se parece al tedio, como si estuvieran unidos de la misma cabeza, ejecutan la misma telemetría, por eso cuando no escribo, leo, y cuando no leo, hablo, y cuando no hablo, sueño... no me dejes a solas con este tedio, a la deriva muda de este tedio... a la diestra y siniestra del tedio.

***

Afuera daba vueltas un farol rojo y el letrero se caía a pedazos como de boite de mala muerte, como si fuésemos a estrellarnos contra la muerte, el hombre sacó una pequeña llave. Ladraban los perros, y el hombre nos condujo hasta un cuartucho que no volveríamos a ver, encendimos la TV y unos porros, luego me fumé un cigarro detrás de otro, uno detrás de otro y te contemplé hablar y hablamos del cuartucho, de la cojera del hombre, nuestra propia cojera, de la noche que corría con una prisa extraña, las nubes pasaban rápidas, azulosas, violáceas, como golpes de la vida, como si nos fuésemos a golpear contra la vida, el hombre trajo dos cafés que se enfriaron sobre el velador, en un rincón del cuarto quedaban los restos de una fiesta que otros dejaron, qué ganas de tomarme un trago, te dije, tú te acercaste lentamente, al contrario de las nubes, al contrario de la noche que corría aprisa, al contrario de los perros que no dejaban de ladrar, de vez en cuando se callaban, y se callaban hasta que las luces de un automóvil se estrellaba contra los vidrios y encendía el cuartucho que dejaba ver tu cuerpo y luego venían las sombras que te cubrían, lejos de casa, tan lejos de casa y en la radio con las pilas medio muertas la Janis cantaba bye, bye, baby.

***

Cuando no estás me faltas como si me faltara un brazo, daría un brazo por no sentir esta falta... daría un brazo, pero no el brazo con el que escribo. El brazo con el que es-cribo no se lo doy a nadie, si me deshiciera de este brazo moriría atragantada. Este brazo es el que aprieta mi vientre, el que hunde su mano en mi garganta para que las palabras salgan, porque mi brazo sabe que las palabras son como trozos de carne que me atoran, si no tuviera este brazo tampoco podría hablar, porque este brazo es mi lengua, con este brazo puedo decir lo que la lengua se calla, podrían cortarme la lengua pero no el brazo, por eso no siento ningún miedo cuando tengo la lengua dentro de tu boca, porque aunque la arrancaras me quedaría este brazo. Con este brazo me sostengo, con este brazo lucho cada día. Cuando me pierdo es este brazo quien me encuentra, cuando me desespero es este brazo quien me calma, este brazo es mi memoria, este brazo es quien me saca a flote, quien jala de mí, quien me aturde para arrastrarme hasta la orilla, este brazo se compadece de mí más que nadie, me saca el agua que he tragado, me golpea el corazón para que ande, si no fuera por este brazo no sé qué sería de mí, por eso sigo a mi brazo, porque este brazo es capaz de encontrar lo que yo no hallo, por eso es él quien escribe, porque si escribiera yo, no encontraría las palabras necesarias, en cambio mi brazo es exacto, porque mi brazo sabe que si no soy capaz de resistir, que si me agoto de ver todo el tiempo lo mismo, que si me canso de escuchar las mismas pa-labras idiotas, que si me harto de ver a la misma gente como en un cinematógrafo de barrio, que si me aburre ver con mis ojos sus ojos pajes desesperados de fama, de una fama gris de estrella de cinematógrafo de barrio, porque mis ojos se cansan de ver tanto, todo igual, repetido, mi ojos se hartan tanto que se harían sal si vieran que algo nuevo pasara, porque esta ciudad se detuvo antes que llegáramos yo y mi brazo, esta ciudad sombría ya no se desempaña, esta ciudad es inalterable, esta ciudad quisiese ser rubia, esta ciudad quisiese beber whisky cuando se muere de hambre y si este brazo no fuera fuerte nos habrían arrancado medio pedazo, pero a mi brazo nada de esto lo derrumba porque mi brazo es ciego, mi brazo es sordo, mi brazo sólo escucha la sangre de él. Sabe que cuando no dé más deberá tomar la empuñadura y rajar la muñeca de mi otro brazo, sabe que aunque son pares sólo él puede hacerlo, sabe que él será el último en abandonar, lo sabe, como sabe también que será capaz de dejar de escribir porque escribir me daña a veces, mi brazo sabe que escribir daña porque es él quien escribe, cuando mi brazo escribe sabe que está doliendo, quemando, sabe que me revuelvo toda, por eso mi brazo dejaría cualquier cosa para calmarme. Es este brazo quien te olvida, no yo, porque mi brazo sabe que estando juntos somos capaces de resistir tu falta, que podemos trazar tu recuerdo, en cambio si me faltara este brazo yo me quedaría muda, me quedaría postrada, no podría resistir, no podría, por eso no te doy este brazo ni se lo daría a nadie, porque este brazo es el único capaz de librarme de mí.


POEMAS DEL LIBRO "NADA"


Como si escribiera,

como si soñara que escribo

levanto una copa por esa noche que nos perdimos por Baires

y la trava exhibía sus gomas recién operadas

y me seguiste de bar en bar,

de noche en noche,

de muerte en muerte,

mientras el esmeralda de tus ojos

se clavaba en mí.

Lo mío es lo pequeño, lo inexacto, lo turbado,

lo que apenas puedo ver es lo que la cabeza comprende,

no escribo cosas extraordinarias,

no tengo el tic del poeta nacional,

detrás de la flor, la humedad.

No nacimos para nada grande,

apenas conseguimos una vida de artificial luz amarillenta

sobre la cabeza,

lejos, lejos de la cabeza,

existe un lugar donde los cóndores rozan la cordillera

como si por alas tuvieran palabras

Abajo la carroña citadina y la cruz del sur iluminándonos el cuero,

abajo la tierra, bajo los pies la tierra,

bajo la tierra, el cielo y el deshuesado recuerdo

de miles que tampoco han muerto para nada grande.

Al frente tus ojos, el pasado del futuro y el futuro del pasado

y esas caminatas por el Forestal

cuando no teníamos nada y por ello,

el mundo era nuestro.

********

Anoche soñé que estaba en mitad del desierto

y una anciana me preguntó si yo era dios.

¿dios? –dije- y una culpa indescriptible se apoderó de mí.

******

Malu Urriola

Malú Urriola, nació en Santiago de Chile en 1967. Ha publicado: Piedras Rodantes, 1988. Ed. Cuarto Propio; Dame tu sucio amor, 1994. Ed. Surada; Hija de perra, 1998. Ed. Cuarto Propio; Nada, 2003. Ed. LOM. En el 2002 recibe la Beca del Fondo de Desarrollo de las Artes y la Cultura para realizar el proyecto poético de intervención urbana Poesía es +: Lectura de poesía desde globos aerostáticos. En el 2004 Recibe el Premio Mejor Aporte Televisivo, que otorga el Servicio Nacional de la Mujer a medios de comunicación, por el guión Sofía, (Una historia de maltrato a la mujer) dirigido por Christine Lucas, serie “Cuentos de Mujeres”, transmitido por Televisión Nacional de Chile en el 2003. En el 2004 se le otorga el Premio Municipal de Poesía y el Premio Mejores Obras Editadas 2004, que otorga el Consejo Nacional del Libro, por Nada. En el 2005 recibe la beca de creación literaria que otorga la Fundación Andes para escribir el libro Bracea (inédito). En el 2006 recibe el Premio Pablo Neruda, por su trayectoria poética. Trabaja, además, como guionista de televisión y cine. mail: maluurriola@gmail.com

Publicado por selva en 3/17/2007 10:18:00 AM

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