PEQUEÑA MUERTE
A modo de prólogo
“Que la muerte y el exilio, y todas las demás cosas que parecen terribles, estén a diario ante tus ojos, pero sobre todo la muerte; y nunca abrigarás un pensamiento abyecto, ni codiciarás ansiosamente nada.” Epicteto (55-135 d.C.)
El enquiridión.
A contadas personas les gusta hablar de la muerte, es como un tema tabú, si hasta una se sorprende y algo melindrosa se pone con el tema. Y muchos y muchas le hacemos el quite. Somos, ciertamente, varios, quienes la vemos lejana o no pensamos en ella, esto porque quizás nos aleja de la experiencia sensorial. Alguna vez, Fiódor Dostoievski (S.XIX), indicó: “El hombre teme la muerte porque ama la vida.”
Sin embargo, Rossana Arellano Guirao, no solo habla de la muerte sino le otorga voz a la muerte.
Reflexiono lo que aparece idéntico, / dicto con voz alta/ a un pájaro carpintero/que insiste en telegrafiar mi mente…
Arellano Guirao, se hermana con la muerte, se hace cómplice en una experiencia escritural que se transforma en creadora, generadora de saber recordar y reverdecer el arduo arte de la escritura.
La fuerza de este libro “Pequeña muerte”, radica en la valentía de su autora, cuyo vocablo brillante se desplaza por los portales de la muerte, con su verbo claro, su palabra prolija, extensa, profundamente madura, que nos dice:
Soy eterna, /me forjaron en las horas/ como revelación clandestina/ habito en el hueso de la memoria, / soy auténtica dueña del jardín/de los siglos/ Soy compleja o delicada, / me declaro infiel.
Y es que la muerte nos es revelada en el más hondo pozo del dolor y la angustia, en la clínica o en el hospital ante una intervención de urgencia o en el proceso de maduración de un diagnóstico severo, donde negras alas nos acechan impías.
Este libro nos sacude fuertemente, con los diversos tiempos de cavilación propios de la muerte:
Desde este santuario/al fondo de la lápida/ lo siniestro en hilera/ como puesta en escena/ del suicida.
Podemos resumir esta “Pequeña muerte”, como un tesoro subterráneo que los verdaderos cultores de la literatura debemos descubrir y maravillarnos.
Ingrid Odgers
Escritora- Editora
Concepción de Chile, agosto del 2020
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