Resumen: El siguiente
artículo pretende servir de introducción a la poesía de Cristina Peri Rossi y a
tres de sus tópicos, que aparecen interrelacionados: la mujer, el lenguaje y la
poesía.
Palabras clave:
Cristina Peri Rossi, poesía uruguaya, poesía erótica
1. La literatura
erótica en Uruguay.
La literatura erótica
no ha tenido un gran desarrollo en Uruguay. Graciela Mántaras relaciona este
hecho con la “sociedad mesocrática, pequeño- burguesa, conservadora y
estancada” (Mántaras 1995:31) en la que vivimos. Esto puede parecer extraño si
tenemos en cuenta que la sociedad uruguaya estuvo abierta durante décadas al
progreso, a partir de la presidencia de Batlle y Ordóñez hasta la década del
‘60, donde la visión de progreso sigue manifestándose, aún en contra de la
realidad del momento.
El Uruguay de los
años ‘60 exigía despertar y comenzar a ver la crisis que se estaba dando en el
país desde tiempo atrás. Alejandro Paternain describe esta situación: “En lo
interior, descomposición política y social acelerada, pérdida paulatina de la
confianza, doloroso despertar del país a la realidad de su empobrecimiento y
marginalidad. Sin jerarquía en sus dirigentes, envuelto en la rapacidad y la
hipocresía disimuladas bajo la laxitud de las costumbres y la indiferencia del
vivir, el ámbito local no podía darle a sus poetas jóvenes otra cosa sino el
aire espeso de la crisis...” (Paternain 1969:610)
Los logros alcanzados
por las generaciones anteriores, en lo que respecta a la sindicalización de los
trabajadores, la laicización del Estado, los derechos de la mujer, el amor
libre y la apertura hacia nuevas propuestas políticas como el anarquismo, el
socialismo, el marxismo, caen en un proceso de estancamiento y terminan
desapareciendo. Aquellos que eran sus grandes ideales quedaron reducidos a
magros logros: la idea de un amor libre, con todo lo que significaba la misma
en la modificación de la situación de la mujer, sólo fructificó en matrimonio y
divorcios civiles. En lo que respecta al ejercicio de los derechos
democráticos, la mujer tuvo la posibilidad de ejercerlos recién en el año 1938,
y hasta el día de hoy su participación en el área política y de gobierno sigue
siendo muy limitada.
La década del ‘70
puede resumirse en algunos sucesos: la política de represión, el ahogo
económico, el ataque a las instituciones, la persecución de aquellos que se
dedicaban a la cultura en todos los niveles y un creciente régimen de censura
para todas las manifestaciones culturales.
La instauración del
gobierno dictatorial incide en el vínculo de la producción poética con su contexto
político- social del momento. Es imposible no hacerlo cuando conocemos las
condiciones vitales opresivas como la constante amenaza a la libertad personal
o la represión diaria; además hay que tener en cuenta el importante aislamiento
intelectual con el exterior y la incapacidad para comunicar mensajes que no
sean adictos al régimen o que por lo menos mantengan un grado mínimo de
neutralidad. La obra literaria se transforma entonces en una manifestación de
ese conflicto, a través de la cual puede hacerse pasar de forma solapada
cualquier idea.
Este estancamiento se
va dando progresivamente también en la literatura uruguaya: en lo que respecta
a la literatura femenina, la llamada “Generación del ‘900” había conseguido
importantes logros en las figuras de María Eugenia Vaz Ferreira y Delmira
Agustini. En la poesía de esta última, por ejemplo, la mujer toma el papel
principal en lo que respecta a la relación erótica y convirtiéndose el hombre
el objeto erótico. Lógico es el escándalo que provocó y lógico también el hecho
de que la generación siguiente reparara la traición con una poesía como la de
Juana de Ibarbourou, en la que el “yo” vuelve a colocarse en la posición de
objeto. La poesía deberá esperar hasta la aparición de Evohé (1972) de Cristina
Peri Rossi y Poemas sex (1969) de Milton Schinca para que el estancamiento
llegué a su fin. Podría decirse que era previsible que este cambio se diera en
una época tan necesitada de algo que sacudiera la modorra, y más si pensamos
como Graciela Mántaras de que “el auténtico erotismo es siempre liberador y
subversivo” (Mántaras 1995: 33)
Lo erótico se
convierte en una subversión que revoluciona la naturaleza, la cultura, al
individuo y hasta la religión. El erotismo sólo se alcanza mediante la unión
del instinto animal, lo culturalmente aprendido y la libertad que el propio
individuo ejerce. El ser que alcanza reunir estas tres cosas accede a regiones
propias de lo divino y es posiblemente por esto que la mayoría de las
religiones lo consideran un pecado. El erotismo no puede escapar del escándalo
y es por esto que quien intente desenvolverse bajo él debe estar lleno de
coraje y de autonomía.
La libertad había
permitido su surgimiento durante el ‘900 y era otra vez la que la hacía
resurgir en los años ‘60, a raíz del enfrentamiento entre represores y
subversivos,
2. La poesía de
Cristina Peri Rossi.
En la obra de
Cristina Peri Rossi, el amor aparece como un intento de naturalizar las fuerzas
de los instintos y de descubrir el despertar sensual de los cuerpos en
libertad. Lo positivo en su obra está siempre asociado a lo natural o salvaje,
aquello libre de todo prejuicio, sin excluirse la transgresión de las normas
morales impuestas por la sociedad.
En la poesía de Peri
Rossi la expresión del deseo toma cuatro caminos distintos: la expresión
directa y espontánea del mismo, el recurso irónico y sarcástico, el juego con
el lenguaje y la elevación del deseo a proporciones míticas. Todo esto se
limita a una única cosa: “movido por el deseo, el hablante genera posibilidades
de liberación de la prisión mental, de rebelión del cuerpo y de la palabras, de
comunión con lo otro.” (Verani 1995: 12) El deseo de romper con todo lo que
limita la libertad humana y de despojarse de convencionalismos e hipocresías
encuentra en el lenguaje y en el erotismo un placer semejante; es que el placer
del lenguaje equivale al placer erótico.
En este trabajo sólo
haremos referencia a dos de estas líneas temáticas: la libertad de expresión de
lo erótico y el manejo lúdico del lenguaje en su poesía, dado que es casi
imposible separarlos.
La poetisa tiene la
necesidad de tratar el tema de lo erótico libremente, de quitar todos los
frenos a la expresión de la pasión y más aún, de la pasión homosexual o
incestuosa. Lo que se busca conseguir es la naturalización de las fuerzas
instintivas que nos conducen a esto:
se echa desnuda en el
sofá,
abre las piernas
se palpa los senos de
lengua húmeda
mece las caderas
golpea con las nalgas
en el asiento
ruge, en el espasmo.
(En Diáspora. 2001)
Así también son
tratadas las pasiones consideradas tabú por nuestra sociedad como la
homosexualidad:
A los poetas que
alabaron su desnudez
Les diré:
Mucho mejor es ella
quitándose el vestido
Es ella desfilando
por las calles de Nueva York
-Park Avenue-
con un cartel que
dice:
“Je
suis lesbianne. I am beautiful” (En Diáspora. 2001)
O pasiones
“desviadas”, como las tratadas en los poemas dedicados a Lewis Carroll:
Lewis Carroll
fotografiaba niñas vestidas
Y a veces
fotografiaba niñas desnudas
Por afición a la
fotografía,
Por afición a las
niñas
A las cuales dedicó
un libro terrible
Alicia en el país de
los espejos,
Libro que desagrada a
todos los niños
Y despierta la
curiosidad de aquellos adultos
Que quisieran
fotografiar niñas vestidas
Niñas a veces
desnudas
Pero no se animan a
hacerlo por carecer de espejo. (En Diáspora. 2001)
3. El lenguaje, la
mujer y la libertad.
La tensión que
encontramos entre los sistemas de dominación, siempre restrictivos, y la
búsqueda de una expresión liberadora, afecta tanto el nivel de lengua utilizado
en el discurso literario, como la concepción y modos de presentación del
mensaje literario. El lenguaje se vuelve el sostén de “juegos lingüísticos”, a
la vez que posibilita la creación de “lenguajes privados”. Parecería que, si
bien se encuentra sujeto a normas convencionales en lo que se refiere a
significados y usos, el lenguaje se movería al mismo tiempo en una órbita
autónoma, paralela a lo real.
Dice Verani: “Una y
otra vez el impulso lúdico asoma en sus versos; naturalizar el placer del
cuerpo, transfigurado en un acto libre y alegre, en una actividad espontánea y
natural que no tolera la solemnidad de las reglas que precisen nuestra cultura,
en un modo de reconciliarse con el mundo y consigo mismo, en plena libertad.” (Verani
1995: 14)
Esto puede percibirse
claramente en algunas de las obras poéticas de Peri Rossi, como por ejemplo en
esta perteneciente a Evohé (1972)
COMPOSICIÓN
La única realidad es
el lenguaje.
Ella me ha mirado.
Yo he creído temblar.
UUUUUUUúúúú aúlla ¿el barco?
Mi mujer.
La única
¿realidad?
Las palabras.
La función del
lenguaje no es solo la de la comunicación, sino que también puede ser objeto de
placer. Es por esto que, sumado a la experimentación de la forma, se
experimenta con los sonidos:
Mora y barroca
Mura y mara
Barrunta y bala
Por su boca
Yo barumbé
Un moro entero (En
Diáspora. 2001)
Hay, a lo largo de
sus poemas, un constante regodearse con el lenguaje, un deseo de poseerlo que
la lleva a estudiarlo detenidamente, a buscar continuamente lo novedoso que
este le pueda aportar:
Leyendo el
diccionario
He encontrado una
palabra nueva:
Con gusto, con
sarcasmo la pronuncio;
La palpo, la
apalabro, la manto, la calco, la pulso,
La digo, la encierro,
la lamo, la toco con la yema de los
Dedos,
Le tomo el peso, la
mojo, la entibio entre las manos,
La acaricio, le
cuento cosas, la cerco, la acorralo,
Le clavo un alfiler,
la lleno de espuma,
Después, como a una
puta,
La echo de casa. (En
Evohé. 1972)
Para Verani lo lúdico
sirve para tirar abajo todo lo instituido por el sentido común y por la escala
de valores. “El juego es, en fin, un intento de reconciliación con el mundo
bajo nuevas banderas” (Verani 1995: 17)
Parte de este
continuo juego con el lenguaje es la identificación mujer- palabra, común en
muchos de sus poemas, principalmente en los que integran Evohé:
Mujer Mi mujer es una palabra
Palabra de mujer, me
oye.
Palabra Ella me escucha.
Le digo palabras
amorosas,
Mi mujer se tiende,
ancha, como una esdrújula.
Luego que se ha tendido
bien,
La abro, como una
palabra
Y ella, como una
palabra,
Gime, llora, implora,
tarda, se desviste,
Nombra, suena, grita,
llama, cruje, relincha,
Vibra, amonesta,
imparte órdenes.
Suena y se levanta
La nombro y contesta
Palabra por palabra la
ciño
La estructuro
Como una frase
Y luego que la he hecho
verso,
Duerme, como una lengua
muerta. (En Evohé. 1972)
El acercamiento a la
mujer, su conocimiento, sólo es posible por medio del lenguaje, a la vez que es
la mujer la que permite sentir el lenguaje en su verdadera dimensión, en la
dimensión poética. Lo inefable del lenguaje se une a lo inefable de la mujer:
Tenía un disfraz de
frase bonita.
-Mujer- le dije,-
quiero conocer el contenido.
Pero ninguna de las
palabras con las que ella se había vestido,
Estaba en el
diccionario. (En Evohé. 1972)
La palabra aún
conserva el valor mágico, el poder de crear que tiene en el Génesis. Nombrar la
cosa es crearla, porque antes del nombre no hubo nada: “Te nombro, luego
existes” dice en Babel Bárbara (1991)
En lo que respecta a
las palabras, tan importante como la pronunciación es la escritura. La
disposición gráfica de las mismas también es un modo de conocer, es una manera
de acercarse más a su verdadero significado; así, la persona que no ve no puede
conocer. Es en este sentido que debemos entender todas las referencias a los
ciegos que se hacen en Evohé: si la mujer es sinónimo de lenguaje y este es el
modo de conocer, quien no tiene la capacidad de admirar a la mujer no accede al
conocimiento:
Era ciego, y como la
única realidad es el lenguaje,
No veía a la mujer
por ningún lado. (En Evohé. 1972)
Y tampoco puede amar
porque “el amor es cuestión de palabras” (En Evohé. 1972)
4. La palabra y la
literatura.
Dice Mabel Moraña,
refiriéndose a la poesía uruguaya entre los años 1979- 1984: “La ciudad, la
cotidianeidad, los valores individuales y sociales, la vivencia personal o
colectiva de la historia aludida como transcurso no particularizado y por
último la reflexión e intentos de definición de la poesía y del quehacer
poético son las líneas temáticas más importantes sobre las que se organiza la
lírica de los últimos años (...) el problema de la comunicación aparece como
una constante que se entrelaza (...) con la concepción misma del acto creativo
que aparece como una instancia distorsionada o problematizada” (Moraña 1988:
73) La poesía de Peri Rossi, como exponente de esta época, también se integra a
la problemática sobre qué es la literatura y cuál es su finalidad. En su libro
Lingüística General [1] la poetisa trata de encontrar una finalidad al acto de
escribir:
5
Escribo porque olvido
Y alguien lee porque
no evoca de manera
suficiente.
6
Escribimos, porque
los objetos de los que queremos hablar
No están.
(Lingüística General)
Solamente a través de
la palabra que podemos existir y perdurar en el tiempo. La literatura es un
acto que intenta preservarnos del olvido. El escritor se hace inmortal porque
su obra permitirá que futuras generaciones lo conozcan, pero a su vez, la
literatura recordar por mucho tiempo detalles de nuestras vidas, como si
sirviera de ayuda memoria:
7
Todo lo cual podría
no volver a ser dicho si el lector
-tan desmemoriado
como cualquier poeta-
recordara un poema de
Joao Cabral de Melo Neto:
Flor es la palabra
Flor; inscrita
Como verso en el
verso,
Que leí hace años,
Olvidé después
Y hoy he vuelto a
encontrar,
Como tu, lector,
haces ahora.
(Lingüística general)
Esta no es sólo una
característica del poeta sino de todos los hombres. La diferencia está en que
sólo el primero es el único que tiene la capacidad para trabajar con la
palabra. Las personas necesitan del poeta para que las cree, les de vida, para
que plasme sus vivencias, sus emociones en los poemas.
La poesía es también
un modo de ver lo que se encuentra más allá de la superficie:
POÉTICA
Hay gente que espera
que la palabra
Del poeta la nombre,
Deje constancia de su
identidad.
No sabe que el poeta
no habla de los seres,
Sino de los símbolos.
(En Babel Bárbara. 1996)
Sin embargo, hasta el
poeta se encuentra limitado frente al lenguaje, pues tiene la certeza de la que
las palabras- herramientas que usa para elaborar su poesía, tienen otro
significado que él no puede descifrar:
EL DESAFÍO
Babel, violenta,
Enfurecida,
Hojea antiguos
diccionarios
Como un profanador de
tumbas.
En la noche ciega de
las lenguas
Exige una luz
Reclama una
revelación.
En algún lugar ha de estar
Esa palabra única
Que la nombre para
siempre.
Parto de nalgas
Último sello
Que hay que saltar,
Para empezar a ser.
(En Babel Bárbara.1991)
Esto ocurre porque el
hombre ha perdido su capacidad para ver más allá de lo que se le presenta a
simple vista. Podemos relacionar esto con lo que explicábamos anteriormente, el
hombre no puede acceder a los símbolos y, por ende, tampoco puede acceder al
conocimiento de sí mismo (extendiendo la identificación palabra- mujer a
símbolo- humanidad):
CIFRAS
En los monasterios medievales
Algunos animales que
adornan los frisos
O decoran las
columnas, en apariencia,
Constituyen, en
verdad,
Las notas de un
código musical
Olvidado por la
frugal memoria de los hombres.
....................................
Igual que esas
piedras
Somos la cifra
De una larga historia
Que algún
investigador futuro
Descifrará,
Entre la admiración y
el horror (En Europa después de la lluvia. 1987)
Profesora Mª Clara
Umpiérrez Nova
Nota
[1] Todos los poemas
citados del libro Lingüística general fueron extraídos de Benavidez, W;
Courtoisie, R; Lago, S. (1996): Antología plural de la poesía uruguaya del
siglo XX. Seix
Barral- Planeta. Montevideo.
Bibliografía
Benavidez, W;
Courtoisie, R; Lago, S. (1996): Antología plural de la poesía uruguaya del
siglo XX. Seix
Barral- Planeta. Montevideo.
Cosse, R. (1995):
Cristina Peri Rossi, Papeles críticos. Linardi y Risso. Montevideo.
Moraña, M. (1988):
Memorias de la generación fantasma, Crítica Literaria 1973- 1988. Monte Sexto.
Montevideo.
Paternain, A. (1969):
Los nuevos poetas, Capítulo Oriental Nº 39. Centro Editor de América Latina. Montevideo.
Peri Rossi, C.
(1991): Babel Bárbara. Editorial
Lumen. Barcelona.
Peri Rossi, C.
(2001): Diáspora. Editorial Lumen. Barcelona.
Peri Rossi, C.
(1972): Evohé, poemas eróticos. Colección La invención. Girón editorial.
Montevideo.
Verani, H. (1996): De
la Vanguardia a la posmodernidad: narrativa uruguaya (1920- 1995). Trilce-
Linardi y Risso, Montevideo.
© Mª Clara Umpiérrez
Nova 2009
Espéculo. Revista de
estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid
El URL de este
documento es http://www.ucm.es/info/especulo/numero42/cperiro.html
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