Como
contracara de las clásicas princesas de los cuentos infantiles y las películas
de Disney, dos editoriales crearon la colección antiprincesas, cuyas
protagonistas son Frida Kahlo, Violeta Parra y Juana Azurduy.
Cansados
de los clásicos cuentos infantiles en los que la protagonista es una princesa
bella que debe ser rescatada, dos editoriales en Argentina lanzaron una
propuesta que consideran revolucionaria: la colección de antiprincesas.
"Queríamos
romper con el estereotipo de la mujer cuya belleza está basada en su aspecto
externo y mostrar ejemplos de mujeres que tienen belleza interior", le
explicó a BBC Mundo Nadia Fink, la autora de los libros.
Libertad,
creatividad, la búsqueda de justicia, de amor... estas son algunas de las
características de las antiprincesas de esta colección.
A
diferencia de las clásicas historias infantiles, que son ficción, estas
antiprincesas no son de fantasía. Son algunas de las mujeres más destacadas de
la cultura y la historia latinoamericana.
La
colección fue inaugurada en junio pasado con un libro sobre la pintora mexicana
Frida Kahlo, una figura que no se suele asociar con lo infantil.
La
segunda antiprincesa de la serie fue Violeta Parra, la cantautora y artista
chilena que fue una de las folcloristas más importantes de América Latina.
Y
las editoriales (Sudestada y Chirimbote) trabajan en el tercer cuento de la
colección, que será sobre Juana Azurduy, la heroína boliviana de las luchas de
independencia.
"Queríamos
mostrar ejemplos de mujeres que no se quedaron estáticas esperando que un
príncipe las salve, sino que cambiaron sus propias vidas", contó Fink.
LUCHADORAS
La
idea de la colección surgió en el seno de la redacción de Sudestada, una
prestigiosa revista política y cultural en la que trabaja Fink.
"Había
investigado las vidas de Frida y Violeta para la revista, y me preguntaba cómo
podíamos hacer para contar sus historias a los niños", recordó.
Así,
en combinación con Chirimbote, una nueva editorial infantil, decidieron lanzar
esta colección que busca cambiar los paradigmas: "Que las chicas tengan
otro tipo de modelo en el que verse reflejadas".
Uno
de los desafíos fue cómo contar las historias de estas mujeres, que fueron
bastante sufridas y tuvieron finales trágicos.
Las
dos vivieron tumultuosas historias de amor, ambas trataron de quitarse la vida
(Violeta se suicidó y Frida hizo varios intentos), y las dos murieron antes de
llegar a los 50 años.
Los
libros evitan el dramatismo, aunque no esconden algunos de los hechos más
polémicos de las vidas de estas artistas.
Por
ejemplo, el cuento sobre Frida afirma que ella y Diego Rivera "tuvieron
otros amores, aun estando juntos".
Y
habla sobre la bisexualidad de la mexicana: "Para Frida el amor se
reflejaba en hombres y en mujeres", señala.
En
el caso de Violeta, cuenta que su primer marido, Luis, "quería una esposa
que se quedara en su casa" y por eso abandonó a la cantante, que era
famosamente nómada.
Nada
más alejado de los típicos cuentos en los que un príncipe jamás abandonaría a
la heroína y esta nunca osaría dejar el castillo para ir cantando por todo el
país.
ANTI-DISNEY,
ANTI-BARBIE
Fink
admite que la intención de esta nueva colección fue hacerle frente a los
modelos clásicos que admiran las niñas: Barbie y las princesas de Disney.
Por
eso, los cuentos aportan una refrescante aunque inusual cuota de realismo.
El
libro sobre Violeta Parra relata en un momento que la cantante necesitaba ropa
linda para poder actuar en público.
"A
Violeta no se le apareció ninguna hada madrina para regalarle un
supervestido", aclara la historia, que cuenta en vez cómo su madre solucionó
el problema transformando una cortina en una falda.
Lo
que más distingue a los libros de antiprincesas es que se enfocan no en la vida
romántica o sentimental de las protagonistas sino en su obra.
El
cuento sobre Frida muestra algunos de sus cuadros más famosos y explica su
origen.
El
de Violeta relata cómo viajó recolectando el arte popular perdido de Chile y la
región, y cómo les dio nueva vida.
Ambos
libros incluyen al final una serie de actividades que invitan a los chicos a
hacer arte, inspirados en el trabajo de esas dos heroínas.
Pero
aunque la idea sea mostrar algo distinto, la pregunta es si los niños estarán
interesados.
Damián
y Martín, dos amigos de treinta y tantos con hijos chicos, le dijeron a BBC
Mundo que estarían encantados de que sus hijos conocieran otras historias más
allá de las princesas y los superhéroes.
"A
mí me encantaría que mi hija viera otra cosa, otros modelos de vida, pero tiene
ocho años y tiene locura por las princesas de Disney, es difícil que vea otra
cosa", admitió.
Según
Martín, que tiene un varón de cuatro, parte del problema es que "las
princesas y los superhéroes están en todos lados, en el cine, en los dibujitos
en la tele, te venden las figuritas, los muñecos, los chicos están rodeados y
es lo que quieren ver y leer".
OPCIONES
Sin
embargo, todos los adultos consultados para esta nota apoyaron la idea de las
antiprincesas.
"A
mí me hubiera gustado conocer estas historias cuando era niña", admitió
Agostina, una abogada de 26 años a quien BBC Mundo encontró sentada cerca de
unas hamacas en una plaza de Buenos Aires.
"Está
bueno porque no todas las niñas tienen el aspecto de princesitas. Algunas lo
tienen pero otras no, y se sienten excluidas", opinó.
"Las
que quieren ser princesas tienen esa opción pero también hay otras opciones y
está bueno", concluyó.
Teresa,
una contadora pública de 71 años, con hijos grandes, coincidió e incluso
sugirió que los próximos cuentos de la colección podrían incluir a "las
heroínas anónimas de nuestra sociedad, como las enfermeras".
Fink
admitió que aún no tienen claro quiénes serán las próximas antiprincesas.
Algunas
de las mujeres consideradas, como las poetisas argentinas Alfonsina Storni y
Alejandra Pizarnik, tuvieron vidas "demasiado trágicas" como para
contar a un público infantil.
Pero
aunque aún no se sepa quiénes son, lo que es seguro es que las nuevas
antiprincesas serán "mujeres antisistema que sufrieron mucho por romper
con los moldes de la sociedad".
En
ese sentido, Fink consideró que es bueno mostrarles a los niños que "la
vida también es eso", que hay dolor, que no todo es color de rosa.
"Los
cuentos clásicos transmiten que la quietud te preserva de las situaciones
difíciles. Nuestras antiprincesas enseñan a romper los estereotipos y a
trascender lo impuesto".
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