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jueves, 16 de enero de 2014

La obsesión de Susan Sontag

Los diarios de la gran intelectual neoyorkina que murió en 2004 y que aquí se anticipan en exclusiva, dan cuenta de su pasión vital e intelectual. Tales intensidades alimentan otra: la construcción de una personalidad con sus vacilaciones ("mi pobrecito ego") y su autosuficiencia. Su concepción literaria opuesta a la intención moralizante, el arte como vínculo de la locura, son ideas que se deslizan con un trasfondo de época donde caben Sartre, Mailer o Allen Ginsberg.


SUSAN SONTAG.

Cualquier persona que lea las anotaciones del diario personal de Susan Sontag —la más destacada intelectual neoyorkina de su generación— tendrá la impresión de que dedicaba todos sus momentos libres a escribir algo en él. Escribió en hojas para taquigrafía, en cuadernos escolares con espiral, en libros de tapas duras y hojas en blanco, y hasta en hojas sueltas. Esta mezcla de vida personal y vida intelectual podía encontrarse también oculta aquí y allá en el espacioso departamento de 24th Street y 10th Avenue donde pasó sus últimos años. Susan Sontag murió el 28 de diciembre de 2004, poco después de haber cumplido 72 años.


El interés de Sontag por llevar un diario tradicional —entradas con fecha, oraciones bien pensadas— fue intermitente. Hay verdaderos arranques de escritura típicamente de diario, pero son más frecuentes las listas: de películas vistas, libros por leer, lugares donde comer y beber en las ciudades que le interesaban; y listas de palabras, por lo general, inglesas, pero a veces también frases en francés, alemán, griego, italiano y español. Hay listas de escritores notables, poetas o pintores de cierto momento, todo anotado con la intensidad de una estudiante, una intensidad que conservó durante toda su vida.


En ciertos períodos, describe y explica detalles de su vida privada, y lo hace con ansioso cuidado; en otros, las relaciones íntimas apenas si son mencionadas. Los pasajes en que explora la escritura de una novela contribuyen a desdibujar aún más la línea entre el drama privado y las narrativas literarias o intelectuales. Vista a la luz de sus logros y su celebridad, la vida de Sontag parece tener una admirable coherencia. Su persona pública fue perdurable e indiscutiblemente suya. Pero en los diarios el esfuerzo por llegar a eso aparece una y otra vez: la reelaboración de su vida y de sus ideas, la concentración total, junto con la emoción que sentía cuando finalmente las cosas empezaban a ir bien. Con frecuencia medita sobre esta constante autoconstrucción, y por cierto algunos aspectos de su vida —la mezcla de cultura alta y cultura popular, el entusiasmo sexual, el apasionado intelectualismo— habrían de llegar a ser, a partir de los años 60, hitos representativos de la vida urbana.


La selección que sigue se inicia a fines de 1958, cuando Sontag está a punto de cumplir 26 años. Su casamiento con Philip Rieff se había vuelto problemático, y como tenía por delante una beca de un año para estudiar en el extranjero, Sontag pensó establecerse en Oxford, Inglaterra, pero en cambio se fue a París.



- 29 de Diciembre de 1958, París


St. Germain des Prés. La rutina del café. Después del trabajo, o cuando uno quiere escribir o pintar, se va a un café en busca de sus conocidos. Preferentemente con cita previa... Hay que ir a varios cafés, el promedio es cuatro en una noche. También, en Nueva York tenemos la comedia compartida de ser judío. En esta bohemia, en cambio, eso falta. No tan heimlich. En Greenwich Village, los italianos —el telón de fondo proletario contra el que los judíos desarraigados y los provincianos ponen en escena su virtuosismo intelectual y sexual— son pintorescos pero inofensivos. Aquí, merodean árabes turbulentos.


Los ratés, los intelectuales fracasados (escritores, artistas, falsos doctores). La gente como Sam Wolfenstein (matemático), con su cojera, su portafolio, sus días vacíos, su adicción a ver películas, su tacañería y su vida de vagabundo de la calle, su inhóspito domicilio familiar, del que huye, esa gente me aterroriza.


Harriet (Sohmers, escritora y modelo de artistas). La más bella flor de la bohemia americana. Nueva York. Judía. Departamentos de la familia en los 70 y los 80. Padre comerciante de clase media (no profesional). Tías comunistas. Ella misma coqueteó con el PC. Mucama negra. Escuela secundaria en Nueva York; Universidad de Nueva York; college en arte vanguardista, en San Francisco; departamento en Greenwich Village. Experiencia sexual temprana, inclusive con gente negra. Homosexualidad. Escribe cuentos. Promiscuidad bisexual. París. Vive con un pintor. El padre se muda a Miami. Vuelve a Estados Unidos. Empleo nocturno tipo "para exiliados". Poco a poco va dejando la escritura.



- 30 de Diciembre


Mi relación con Harriet me perturba. Quiero ser espontánea, irreflexiva, pero la sombra de sus expectativas sobre lo que es tener un affair me desequilibra, me hace actuar con torpeza. Ella con sus insatisfacciones románticas, yo con mis románticas necesidades y nostalgias... Un regalo inesperado: es hermosa. Yo no la recordaba hermosa, sino más bien corpulenta y fea. No lo es, en absoluto. Y para mí, la belleza física es enormemente, casi mórbidamente, importante.



- 31 de Diciembre


Escribir un diario. Es superficial entender el diario íntimo apenas como receptáculo de los pensamientos privados, secretos, algo así como un confidente sordo, mudo y analfabeto. Escribiendo el diario no solamente me expreso más abiertamente que con cualquier persona, sino que me creo a mí misma.


El diario es un vehículo para mi sentido de personalidad. El me presenta como alguien emocional y espiritualmente independiente. Por lo tanto (¡ay de mí!) no se limita a registrar mi vida cotidiana, mi vida real. Me ofrece, en cambio —en muchos casos— una alternativa a esa vida.


Siempre hay una contradicción entre el significado de nuestros actos hacia una persona y lo que, en el diario, decimos sentir hacia ella. Pero eso no significa que lo que hacemos sea superficial y sólo lo que nos confesamos a nosotros mismos sea profundo. Las confesiones (me refiero, desde luego, a las confesiones sinceras) suelen ser más superficiales que las acciones. Pienso ahora en lo que leí hoy sobre mí en el diario personal de H (cuando fui a 122 Bd. St-G para controlar su correo): una evaluación breve, injusta, impiadosa, en la que termina diciendo que en verdad yo no le gusto, pero que mi pasión por ella es aceptable y oportuna. Dios sabe que me dolió, y ahora me siento indignada y humillada. Rara vez sabemos lo que la gente piensa de nosotros (o mejor dicho, lo que la gente cree que piensa de nosotros)... ¿Me siento culpable por haber leído algo que no estaba destinado a que yo lo leyera? No. Una de las principales funciones (sociales) de un diario personal es esa: ser leído furtivamente por otras personas, las personas (por ejemplo, padres y amantes) sobre quienes uno se ha expresado con cruel sinceridad en el diario. ¿H leerá alguna vez estas palabras?


Escribir. Es inmoral escribir con la intención de moralizar, de elevar las pautas morales de la gente.


Nadie me impide ser una escritora, excepto la pereza. Una buena escritora.


¿Por qué escribir es importante? Principalmente por vanidad, supongo. Porque quiero ser esa persona, una escritora, y no porque haya algo que yo deba decir. Y sin embargo ¿por qué no habría de ser así? Con un pequeño fortalecimiento de mi ego —como el fait accompli que este diario brinda— lograré llegar a confiar en que yo (Yo) tengo algo que decir, algo que debe ser dicho.


Mi "Yo" es débil, cauteloso, demasiado cuerdo. Los buenos escritores son egotistas formidables, hasta el punto de llegar a la fatuidad. Los hombres sensatos, críticos, los corrigen; pero su sensatez es parasitaria de la fatuidad creativa del genio.



- 2 de Enero, 7,30 hs.


Mi pobrecito ego, ¿cómo te sentiste hoy? Me temo que no muy bien; algo magullado, lastimado, traumatizado. Oleadas calientes de vergüenza, todo eso. Yo nunca me hice ilusiones de que ella estuviera enamorada de mí, pero di por sentado que yo le gustaba.



- 19 de Febrero


Ayer (al anochecer) asistí a mi primera fiesta en París, en lo de Jean Wahl, y con la desagradable compañía de Allan Bloom. Wahl (un filósofo) satisfizo totalmente mis expectativas. Es un viejo pequeño y delgado, parece un pájaro, tiene cabello lacio y blanco y una boca grande de labios delgados; es casi hermoso, como Jean Louis Barrault (el actor), tendrá unos 65, pero es terriblemente distraído y desaliñado. Vestía un traje negro, muy amplio y gastado, con tres grandes agujeros en el trasero, a través de los cuales se le veía la ropa interior (blanca), y venía de dar una conferencia —sobre Claudel— en la Sorbona. Tiene una esposa tunecina, alta y bien parecida (de cara redonda y peinada con el pelo negro muy tirante hacia atrás), de la mitad de su edad, supongo que tendrá 35 o 40 años, y tres o cuatro hijos pequeños. También estaban Giorgio de Santillana (historiador de la ciencia); dos artistas japonesas, ancianas delgadas con sombreros de piel; un hombre de la revista Preuves; unos chicos que parecían sacados de un cuadro de Balthus, vestidos con ropas de Mardi Gras; un hombre parecido a Jean-Paul Sartre, sólo que más feo, que cojeaba, y que era Jean Paul Sartre; y muchas otras personas, cuyos nombres no significaban nada para mí. Conversé con Wahl y de Santillana y (inevitablemente) con Bloom. El departamento está en la rue Peletier, es fantástico: todas las paredes están dibujadas y pintadas por los niños y por artistas amigos; hay muebles oscuros y tallados, de Africa del Norte; hay diez mil libros, pesados manteles, flores, cuadros, juguetes, frutas. Me pareció un desorden más bien bello.



- 28 de Febrero


Escuché a Simone de Beauvoir hablar sobre la novela, anoche en la Sorbona (con (la periodista Irv) Jaffe). Es delgada y tensa, tiene pelo negro y es bien parecida para su edad, pero su voz es desagradable, me parece que es por el timbre demasiado alto y por la nerviosa velocidad con que habla. Temprano por la noche leí Reflejos en un ojo dorado, de Carson McCullers. Pulida, realmente económica y "bien escrita", pero a mí no me gusta la motivación por apatía, catatonia, empatía animal... (¡En una novela, por supuesto!)



- Comienzos de 1959, Nueva York


La fealdad de Nueva York. Pero me gusta aquí, y hasta me gusta Commentary (donde ella colaboró). En Nueva York la sensualidad se convierte completamente en sexualidad: no hay objetos a los que los sentidos respondan; no hay un río hermoso, ni hermosas casas, ni hermosa gente. Las calles huelen mal, y están sucias... Nada excepto comer, en el mejor de los casos, y el frenesí de la cama.




- 12 de Marzo, 16,15 hs.


No estoy en forma. Lo escribo aquí; escribo lentamente, y miro mi letra, que me parece bastante bien. Dos martini con vodka con Marty Greenberg (editor de Commentary). Siento la cabeza pesada. El cigarrillo sabe amargo. Tony y un tipo muy desabrido, de cara de requesón (Mike Harrington) conversan sobre el Test de Inteligencia de Stanford-Binet. Kleist es maravilloso. Nietzsche, Nietzsche.




- Nov. 19


El advenimiento del orgasmo cambió mi vida. Me he liberado, pero esa no es la mejor manera de decirlo. Lo más importante: me limitó, clausuró posibilidades, hizo que las alternativas fueran claras y duras. Ya no soy ilimitada, es decir, nada.


La sexualidad es el paradigma. Antes, mi sexualidad era horizontal, una línea infinita, capaz de subdividirse infinitamente. Ahora es vertical; hacia arriba, o nada.


El orgasmo concentra. Deseo escribir. El advenimiento del orgasmo no es la salvación sino mucho más; es el nacimiento de mi ego. No puedo escribir hasta que encuentre mi ego. Yo sólo podría ser un tipo de escritor: el tipo del escritor que se expone. Escribir es gastarse, es apostarse. Pero hasta ahora ni siquiera me gustaba el sonido de mi propio nombre. Para escribir, debo amar mi nombre. El escritor está enamorado de sí mismo... y construye sus libros a partir de ese encuentro y de esa violencia.



- Dic. 24


Mi deseo de escribir está conectado con mi homosexualidad. Necesito la identidad como un arma, para igualar el arma que la sociedad tiene contra mí. Eso no justifica mi homosexualidad. Pero me daría —lo siento— una licencia.


Ser rara me hace sentir más vulnerable



- Dic. 28


Hasta ahora yo había creído que las únicas personas que podía conocer en profundidad, o realmente amar, eran versiones o duplicados de mi propio nefasto yo. (Mis sentimientos intelectuales y sexuales siempre fueron incestuosos.) Pero ahora sé, y amo a alguien que no es como yo —por ejemplo, no es judía, no tiene el tipo de la intelectual neoyorkina— y no por ello con falta de intimidad. Siempre tengo conciencia de la condición de extranjera de I, de la falta de una experiencia compartida; y lo experimento como un gran alivio.



- 1960 (Entrada sin fecha)


Cogito ergo est



- Feb.


¿Cuántas veces les he dicho a algunas personas que Pearl Kazin (editora) fue una importante novia de Dylan Thomas? ¿Que Norman Mailer participa de orgías? ¿Que (F. O.) Matthiessen era raro? Todo eso es público, sin duda, pero ¿quién demonios soy yo para andar divulgando los hábitos sexuales de otra gente?


¿Cuántas veces me he recriminado a mí misma por eso, que es algo apenas un poco menos ofensivo que mi costumbre de darme importancia hablando de gente importante (¿cuántas veces hablé de Allen Ginsberg el año pasado, mientras estaba en Commentary?) y mi hábito de criticar si alguien me invita a hacerlo... Siempre he delatado a las personas. ¡No es de asombrarse entonces que haya sido tan exigente y escrupulosa con el uso de la palabra "amigo"!



- Domingo


Depresión, cansancio, laxitud tomo Benzedrina a las 17 taxi a Wash. Sq. encuentro con A. a las 18 cena en lo de Frank después café en Reggio.



- Marzo 8 (mediodía)


Via benzedrina, el impacto siempre presente de Irene, Dr. Puroshottam (académico hindú)
la semana pasada, las conferencias de esta mañana sobre la ética de Spinoza, la larga meditación sobre Kant que empezó en Octubre, la idea de ayer sobre la diferencia entre "la verdad que" y "la verdad sobre".



- 8 de Agosto


Domingo por la mañana


Debo ayudar a I. a escribir. Y si yo escribo, también, terminará esta inutilidad de sentarme y contemplarla y rogarle que vuelva a quererme.


Amar duele. Es como entregarse a ser desollado y saber que en cualquier momento la otra persona podría irse llevándose tu piel.



- Agosto 14


NO DEBERA TRATAR DE HACER EL AMOR CUANDO ESTOY CANSADA. SIEMPRE DEBO SABER CUANDO ESTOY CANSADA. PERO NO LO SE. ME MIENTO A MI MISMA.
NO CONOZCO MIS VERDADEROS SENTIMIENTOS. (¿Todavía?)



- 12/3/61


Tomar conciencia de los "sitios muertos" del sentimiento — Hablar sin sentir nada. (Esto es muy diferente de mi antigua autoaversión por hablar sin saber nada).


El escritor debe ser cuatro personas:


1) el chiflado, el obsédé


2) el imbécil


3) el estilista


4) el crítico


1) provee el material


2) le da salida


3) es gusto


4) es inteligencia


un gran escritor tiene las 4 cualidades — pero uno puede ser un buen escritor con solo tener 1) y 2); son las más importantes.



- 9 de Dic. de 1961


El miedo a envejecer nace del reconocimiento de que uno no está viviendo la vida que desea. Es equivalente a la sensación de estar usando mal el presente.



- (sin fecha)


Escribo para definirme —un acto de autocreación — parte del proceso de llegar a ser — en un diálogo conmigo misma, con escritores que admiro, vivos y muertos, con lectores ideales


Porque me da placer (una ''actividad'')


No sé con certeza para qué sirve mi trabajo


Salvación personal — las Cartas a un Joven Poeta, de Rilke.



- 12 de Set., 1962


Prematura docilidad, afabilidad de modo que la obstinación subyacente no emerja nunca. Esto explica el 80% de mi evidente coquetería, de mi vocación de seducir



- 16/10/62


Sentimentalismo. La inercia de las emociones. No son ligeras, no flotan. — Yo soy sentimental. Me aferro a mis estados emocionales.


¿O me aferro a mí misma?



- 27 de Julio, 1964


Arte = una manera de entrar en contacto con la propia locura. Mi necesidad de librarme de ella, una vez atrapada. Un original recién escrito, en el momento mismo en que se lo completa, empieza a oler mal. Es un cuerpo muerto; debe ser enterrado, embalsamado en la imprenta. Yo corro a poner en el correo el manuscrito en el momento mismo en que lo termino, aunque sean las cuatro de la mañana.


El peor de los crímenes: juzgar.


El mayor de los fracasos: la falta de cordialidad.



- (Escrito en un pedazo de papel, probablemente en 1964)


Me sentiré bien a las 7 de la mañana de hoy.


M. (Mildred Jacobsen, la madre de Sontag) nunca me contestaba, cuando yo era una niña. El peor castigo, y la peor de todas las frustraciones.


Ella siempre estaba "ausente", aun cuando no estaba enojada. (La bebida es un síntoma de esto).


Pero yo seguía intentándolo.


Ahora me sucede lo mismo con I. Y es más doloroso, porque durante cuatro años ella me contestó. Así que yo sé que puede.


Mis defectos:


— censurar (sic) a otros por mis propios vicios*


— convertir mis amistades en aventuras amorosas


— pedir que el amor incluya (y excluya) todo


*Pero quizás esto se torne morboso y obvio, llegue a una culminación, cuando lo que hay en mi interior se deteriore, ceda el paso, colapse, como por ejemplo: mi indignación ante los remilgos físicos de Susan (Taubes) y Eva (Kollisch).



- 17 de Nov., 1964


Cuando detectaba la envidia, me abstenía de criticar, a menos que mis motivos fuesen innobles, y mi juicio menos que imparcial. Era benévola. Sólo era maliciosa con los extranjeros, personas que me resultaban indiferentes.


Parece noble.


Pero por medio de eso yo rescataba a mis "superiores", los que yo admiraba, de mi desagrado, mi agresión. La crítica se reservaba para los que estaban "por debajo" de mí, para aquellos que yo no respetaba... Usaba mi poder de crítica para confirmar el status quo.



- (Sin fecha, probablemente 1964)


El éxtasis intelectual al que he tenido acceso desde mi infancia. Pero éxtasis es éxtasis. El "deseo" intelectual en comparación con el deseo sexual.


Se han vendido 6.085 ejemplares de Contra la Interpretación


Quedan 1.915 ejemplares de la primera edición.



- 26/3/65


El Arte Pop es Beatle art


Otro texto clave: Ortega, La deshumanización del Arte cada edad tiene su grupo etario representativo —el nuestro es la juventud— y el espíritu de la época es ser cool, deshumanizado, juego, sensación, apolítico Jasper John: Duchamp pintado por Monet



- 20 de Abril


Mi visión es tosca, le falta refinamiento, sensibilidad; este es el problema que tengo con la pintura.


Otro proyecto: Webern, Boulez, Stockhause. Comprar discos, leer, trabajar un poco. He sido muy perezoso. No dar entrevistas hasta que pueda mostrarme tan clara, segura y directa como Lillian (Hellman) en la Paris Review.



- 4 de Julio, Bled (Yugoslavia)


Mailer: cómo ser puro y ser también una estrella de cine En todos los escritores americanos modernos importantes se percibe una lucha con el lenguaje; es nuestro enemigo, no trabaja naturalmente en nuestro favor. (Completamente diferente en Inglaterra, donde el idioma se da por sentado.) Uno tiene que dominarlo, que reinventarlo.



- 17 de Set, (en un avión, rumbo a NY)


Sartre: "Cuando las opiniones de la gente son tan diferentes ¿cómo pueden ir juntos ni siquiera a ver una película?"


Beauvoir: "Sonreírles por igual a opositores y amigos equivale a rebajar nuestros compromisos a la condición de meras opiniones, y todos los intelectuales, ya sean de Izquierda o de Derecha, a su común condición burguesa."



- 8 de Nov.


Mi mayor placer de los últimos dos años ha surgido de la música pop (Los Beatles, Dionne Warwick, Las Supremes) y de la música de Al Carmines (actor, compositor, director, reverendo)


Un problema: la levedad de mi escritura; es magra, oración por oración; es demasiado arquitectónica, discursiva.



- (Mediados de Noviembre)


Mailer dice que quiere que su escritura cambie la conciencia de su tiempo. También lo quería D. H. L(awrence), obviamente.


Yo no quiero eso de mi escritura; al menos no en función de determinado punto de vista, visión o mensaje que yo trate de transmitir. Yo no pretendo eso.


Los textos son objetos. Quiero que afecten a los lectores, pero de todas las maneras posibles. No hay una sola manera correcta de experimentar lo que he escrito.


No estoy "diciendo algo"; estoy permitiendo que "algo" tenga una voz, una existencia independiente (una existencia independiente de mí).



- (Sin fecha, fines de 1965)


Lo desagradable de la retroalimentación: las reacciones de otras personas ante mi trabajo, la admiración o la crítica. No quiero reaccionar ante eso. Soy lo suficientemente crítica (y sé mejor que nadie lo que está mal).


Me gusta parecer estúpida. Así me doy cuenta de que en el mundo hay alguien más que yo.


Mi formación intelectual:


a) Knopf y M(odern) L(ibrary)


b) P(artisan) R(eview) (Trilling, Rahv, Fiedler, Chase)


c)Universidad de Chicago; P & A via Schwab Mckeon Burke


d) "Sociología" de Europa Central


Los intelectuales alemanes judíos refugiados: Strauss, Arendt, Scholem, Marcuse, Gourevitch, (Jacob) Taubes, etc. (Marx, Freud, Spengler, Nietzsche, Weber, Dilthey, Simmel, Mannheim, Adorno etc, etc.)


e) Harvard; Wittgenstein


f) los franceses: Artaud, Barthes, Cioran, Sartre.


g) Más historia de la religión


h) I: Mailer, anti-intelectualismo


i) Arte, historia del arte


Jasper (Johns)


(John) Cage


(William S.) Burroughs


Resultado final: ¿franco-judía cageiana?



- 4 de Enero 1966


En pintura la situación es difícil, igual que en la ciencia. Todos tienen conciencia del "problema", de lo que hay que modificar. Todos los artistas emiten, a través de su obra reciente, emiten "informes oficiales" sobre éste o aquel problema, y los críticos juzgan si los problemas elegidos son interesantes o triviales. (El método de Barbara Rose). Así Rosalind Krauss juzga que el flash y las latas de cerveza de Jasper son la solución a / o la exploración de un problema periférico (trivial) de la escultura actual: qué hacer con el pedestal... Mientras que se considera que la obra de Frank Stella es muy interesante porque constituye una solución a problemas centrales. Sin un conocimiento de la historia del arte más reciente y sus "problemas" ¿quién se interesaría por Frank Stella?


Los artistas trabajan codo con codo y todo cambia cada seis meses, a medida que llegan más "obras" de las diferentes academias. Uno tiene que mantenerse al día, tener un radar muy sensible. (Para ser destacado, para ser interesante).


Mientras que en literatura todo está texturado tan libremente. Uno podría saltar en paracaídas con los ojos vendados, y en cualquier lugar que aterrizara, indagando lo suficiente, con certeza encontraría algún valioso terreno inexplorado. Todas las opciones se extienden ante nosotros, apenas utilizadas.


Los únicos pensamientos que tengo que parecen ser "verdaderos" son los pensamientos sobre el pensamiento (y el sentimiento): sus contornos, su metodología, sus dilemas Los pensamientos sobre cómo las cosas están "en el mundo" (estimaciones de personas, arte, ideas políticas) no siguen siendo persuasivos durante mucho tiempo. ¡Uno vuelve a mirar esa realidad...!



- 1º de Junio


Una de mis emociones más fuertes y más cabalmente empleadas: el desprecio. Desprecio por los otros, desprecio por mí misma.


Soy impaciente (y desdeñosa) frente a las personas que no saben cómo protegerse, como defenderse. Mi mente = King Kong. Es agresiva, rompo todo en pedazos. Yo lo mantengo encerrado la mayor parte del tiempo; y me muerdo las uñas.



- 27 de Junio, París


Cuando se ponen en escena "happenings" por las noches, en las calles de Amsterdam, hay un riesgo. Provocan a la policía, "dicen" algo, tratan de hacer que suceda algo. (Más libertad, etc.)


En cambio, en Nueva York los "happenings" no sólo son apolíticos: no ponen nada en riesgo. Son ingeniosos ejercicios de irracionalidad, absolutamente inofensivos.


Si mi novela pudiera tener el ritmo, el alcance, la relevancia, de las dos últimas películas de Godard... La úlcera de Vietnam, el sonido de las ametralladoras que se va desvaneciendo...



- 6 de Agosto, Londres


Peter Brook: muy intenso, de voz aguda, ojos azul claro, casi calvo; usa pulóver negro con cuello de tortuga; tiene un apretón de manos cálido y generoso; su rostro es carnoso, suculento. Estudió con Jane Heap (la famosa dama de Little Review en los años 20) que vivió sus últimos años en Hampstead; alumna de Gurdjieff; Grotowski: unos 35 años como Caligari o el hechicero en "Mario and the Magician"

Nadie sabe nada sobre su vida sexual nunca fue crítico estudio yoga en la India durante cierto tiempo en su compañía, nadie le plantea sus problemas personales

- 9 de Agosto

¡Tengo la Novela!... Creo. Gracias a Brook y Grotowski, las últimas piezas han sido puestas en su lugar.

- (Sin fecha, fines de 1966)

Joe (Chaikin) me preguntó esta noche cómo me sentía cuando descubría que, digamos, las tres cuartas partes de algo que estoy escribiendo son mediocres, inferiores. Réplica: que me siento bien y sigo trabajando hasta el final. Estoy descargando lo mediocre que hay en mí. (La imagen escatológica de mi escritura.) Allí está quiero librarme de ella. No puedo negarla por un acto de voluntad. (¿O tal vez puedo?) Lo único que puedo hacer es darle su voz, "sacarla" fuera mí. Después puedo hacer otra cosa. Por lo menos sé que no tendré necesidad de volver a hacer eso.

- 6 de Abril de 1967

En California, un extranjero es un amigo (potencial) hasta que demuestre lo contrario; en NY, un extranjero es un enemigo hasta que demuestre lo contrario. Uno gasta un montón de energía en NY debido a ese hecho.

La vida ideal: hacer sólo cosas que sean indispensables.
Dos maneras de ser: un santo o un ladrón.
Mi imagen de mí misma desde los 3 o los 4 años de edad: la genial—schmuck (estúpida). Permito que cada una compense a la otra. Desarrollo relaciones para satisfacer principalmente a una o a la otra.


Sartre (véase Las palabras) la única otra persona que conozco que tenía esa "certeza" de ser genial. Viviendo ya su vida póstuma, desde la infancia. (La infancia de un hombre famoso).

Una suerte de suicidio: con la "obra" del genio uno sabe que cuando adulto escribirás su lápida. La lápida más gloriosa posible.

Sartre era muy feo, y lo sabía. Por lo tanto, no tuvo que desarrollar su "schmuck" para compensar a los otros por ser "el genio". La Naturaleza se había ocupado de ese problema en su lugar. No tuvo que inventar una causa para el fracaso o para el rechazo de los otros. Como yo, que me hice "estúpida" en mis relaciones personales. ("Estúpida" puede leerse también como "ciega")

 Su mundo. La escritora, activista y analista de la cultura Susan Sontag, en su departamento de Nueva York, en 1989. Los diarios relevan su lucha por buscar un modo de ser a partir de la escritura.
Su mundo. La escritora, activista y analista de la cultura Susan Sontag, en su departamento de Nueva York, en 1989. Los diarios relevan su lucha por buscar un modo de ser a partir de la escritura.

SONTAG BASICO

NUEVA YORK. 1933-2004. ENSAYISTA Y NOVELISTA

Desde los años 60 con sus ensayos Notas sobre el Camp (1964) publicado en la revista Partisan Review y Contra la interpretación (1966), Susan Sontag fue la sacerdotisa mayor de la vanguardia cultural estadounidense. Autora de 17 libros que fueron traducidos a 32 idiomas, unía la tradición liberal de izquierda y el modelo sartreano del intelectual comprometido. Su lucha contra el cáncer —murió de leucemia— la inspiró en La enfermedad como metáfora (1978). Estudió filosofía y literatura en Berkeley, Harvard y París. Casada con el sociólogo Philip Rieff tuvo un único hijo, David Rieff, un escritor. En sus últimos años, Sontag era la pareja de la fotógrafa Annie Leibovitz, con quien firmó Ante el dolor de los demás (2003). Entre otras obras escribió Estilos radicales (1969), Bajo el signo de Saturno (1980), Sobre la fotografía (1977), El sida y sus metáforas (1987). Entre sus relatos, El benefactor (1963) y El amante del volcán (1992). En 2003 ganó el Premio Príncipe de Asturias y el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes.



 Traducción de Ofelia Castillo
(c) 2006 Propiedad de Susan Sontag, del primer volumen de su Diario, a ser publicado por Farrar, Straus & Giroux en 2008 o 2009, impreso con autorización de la Wylie Agency
(c) Clarín y The New York Times





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