Palabras para una presentación psicoliteraria.
Por Alan Muñoz Olivares[1]
FOCUSING DESDE EL CORAZÓN Y HACIA EL CORAZÓN.
UNA GUÍA PARA LA
TRANSFORMACION PERSONAL. (2015).
Editorial Desclée De
Brouwer. Bilbao, España.
de Edgardo Riveros Aedo[2].
Una vez
hayas probado el vuelo siempre caminarás por la Tierra con la vista mirando al
Cielo, porque ya has estado allí y allí siempre desearás volver.
LEONARDO DA VINCI
Conociendo a Edgardo.
Me
ha recaído venturosamente, tal vez, por un sentido de correspondencia o por un
destino escrito por una mano mesiánica, presentar a ustedes a un referente de
la psicología humanista de nuestro país (un país como Chile tan penetrante y
conservador que estremece).
La pasión por descubrir algo que nos lleve más
allá de nosotros, ha motivado a Edgardo Riveros, aquí presente, a dar con el
paradigma del cambio en la psicología humanista. Edgardo piensa y siente desde el principio de su carrera académica que la
psicología compromete al hombre en su integralidad. Y su tarea se convierte en
búsqueda frenética y sentida. Meta-interpretando
su dialéctica, siempre supo qué era aquello que “no necesitaba”, mientras no
llegara a sus manos la obra predestinada de Eugene Gendlin cuando le demandaba
rendir su tesis de grado en plena dictadura. (Detalles de eso se lo pueden
exigir al propio aludido).
Así,
como los grandes eventos y tareas que nos llaman y se reconocen, el profesor
Riveros a dedicado gran parte de sus saberes, sino todos, a practicar,
desarrollar y ampliar los estudios de Gendlin en Focusing, que, como veremos
más adelante, es una apuesta desvirgadora de los conceptos de la psicología
tradicional y que aporta los recursos necesarios para un uso práctico en lo
cotidiano a partir del autoconocimiento de nuestra propia simbología y
experiencia corporal.
Es
muy probable, y esto es sólo una imaginería personal, que el desarrollo de la
intuición del propio profesor Riveros, conectada con los libros añosos en una
casa de campo, una casa de madera con una chimenea inmensa y con un patio que
limita con el mundo, en plena naturaleza inmaculada, en la patagonia de la infancia,
haya contribuido a identificarse con el humanismo más atípico, centrado en el
individuo, o menos metafórico, centrado
en el cliente, como diría el mismo Carl Rogers.
La tradición psicológica y el encuentro.
Me
ha buscado desde siempre este deseo de abrazar estos conocimientos/ como quién
busca un abrigo/ como quién vislumbra una profundidad en la periferia
constreñida/ por el vestigio del hombre renacentista. Como quién presiente que
el dogma de las academias se ha declarado estéril frente al grito del hombre. Como
quién precisa de un oído para consumar la estrategia.
Por
convencimiento intrínseco yo también busqué un camino literario que llenara los
aspectos operativos de la poiesis, también contuve el aire para utilizar un
credo que me alineara con lo creado. Y descubrí al creador desnudo ante la obra
y me resultó una lucha siniestra contra la academia, contra la especificidad de
lo literario, pues siempre intuí que había un drama humano que lo antecedía. Incluso,
propuse un Taller de Percepción y Creación Literaria que comulgaba con la
Gestalt y que el autoconocimiento era una ventana para observar la catarsis. Hay
mucho de poesía en este acto de vaciarse, de conspirar con el self.
La
tercera fuerza de la psicología, el humanismo, es la casa en la que hoy
habitamos. Fue definido como una respuesta al reduccionismo del
condicionamiento [descabezado] del conductismo y la parsimonia determinística
del psicoanálisis. Es así como, Carl Rogers aportó a este nuevo paradigma, como
un buen anti-terapeuta liberal, nivelando simétricamente su ignorancia sobre la
vivencia del otro en la escucha empática. Su discípulo, Eugene Gendlin, quien
desde su filosofía cooperó en la base sustancial de la experiencia del cambio. Gracias
a esto, ya no es necesario teorizar sobre lo que nos sucede, podemos
conectarnos directamente con el hecho
a partir de nuestra experiencia, nuestra interpretación como observador
participante es más relevante que alguien que no conoce nuestro aprendizaje perceptivo,
lo que nos obliga a aprender a conocer nuestra Matriz interna, escuchar al cuerpo, a enfocarlo.
Qué es el libro, qué es Focusing.
El
hombre Moderno ha olvidado su origen preñado de posibilidades. ¿Sabemos algo
verdaderamente, sobre la realidad circundante, sobre el universo?, o en la
inmediatez, ¿sobre lo que hace el prójimo, mi vecino, el sentir del otro?, ¿sabemos realmente? Si sabemos, por lo pronto, que estamos
en tiempos de escucha, de liberación del dogma, de las primeras aproximaciones
al develar los misterios de la sabiduría interior.
Focusing
es en definitiva una técnica
psicoterapeútica que utiliza la capacidad del paciente para prestar atención a
los sentimientos y deseos que no son expresados con palabras. Un método que
cuando nació ya era muy adelantado a su tiempo. Y que ahora hace eco en una
sociedad que tiene hambre y delirio de vivir al máximo su potencialidad. Que ya
no cree en la oscuridad del poderoso, que se revela ante la injusticia, que se
hace valer y que supera la adversidad de la naturaleza ecológica y además la
adversidad de la propia naturaleza humana.
El
Focusing en Chile de la mano del profesor Riveros tiene más de oportunidad en
estos tiempos, por lo anterior, y porque es alguien que tiene la convicción en
su lenguaje, en el acto de entregarse por entero al proceso. Él cree en el
proceso, en la secuencia que nos trae a redescubrir la tan desconectada, Sensación Sentida.
Mi
pregunta se dirige al maestro: Contextualizando y atendiendo las señales, como
por ejemplo, resistir los hechos políticos deleznables, la desconfianza en el
otro, la revelación de la infamia histórica del hombre contra el hombre gracias
a los medios de que disponemos para informarnos. ¿Es este el tiempo más
propicio para conocer el Focusing?
[1]
Alan Muñoz Olivares (Talcahuano,
Chile. 1977) Poeta con algunos estudios en Pedagogía y Psicología. Ha publicado
los poemarios: TREE-D [Árbol Muerto] (2015), CANCER O LA INMORTALIDAD DEL
CANGREJO (1999), OTRAS IN-VERSIONES (1997) y RE-VERSOS (1995). Es destacable su
sostenida labor como realizador de Talleres de Percepción y Creación Literaria.
Ha obtenido importantes premios y aparece en diversas antologías del medio. A
lo anterior se suma su trabajo interdisciplinario con teatro, instalaciones,
grabado y pintura, además de un sinnúmero de lecturas poéticas en todo el país.
[2]
Edgardo Riveros Aedo (Talcahuano,
Chile. 1950) Psicólogo Universidad de Chile y Magíster en Humanidades.
Coordinador Instituto Focusing de Nueva York para Chile (2000). Su infancia
transcurre en la isla Picton en la Patagonia chilena, la isla habitada más
austral del mundo, donde sus padres fueron colonos en plena naturaleza virgen.
Estudia Psicología entre los años 1970-75 cuando chocan violentamente los
mundos opuestos de la Guerra fría. Descubre los primeros escritos de Eugene
Gendlin en 1973 y traduce al castellano la primera teoría del cambio en la
Psicoterapia, Una Teoría del cambio de Personalidad. Desde entonces ha dedicado
su vida al estudio y divulgación del pensamiento experiencial de Gendlin, con
quien coincidió por primera vez en Chicago, en 1989. Ha aplicado el Focusing en
el campo de la psicoterapia, la docencia, el cambio organizacional y la
interpretación literaria.
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