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domingo, 11 de noviembre de 2012

DIEZ POEMAS DE EZRA POUND

DIEZ POEMAS DE EZRA POUND
(30 octubre; 1885-1 nov.; 1972)

Traducción: Wilfredo Carrizales

UNA MUCHACHA

El árbol ha entrado a mis manos,
La savia ha ascendido por mis brazos,
El árbol ha crecido en mi pecho-
Hacia abajo,
Las ramas crecen fuera de mí, como brazos.

Árbol tú eres,
Musgo tú eres,
Tú eres violetas con viento encima de ellas.
Una niña –tan alta- tú eres,
Y todo esto es tontería al mundo.


UNA VIRGINAL

¡No, no! Sal de mí. La abandoné a ella recientemente.
Yo no estropearé mi estuche con menor brillo,
Pues mi aire circundante tiene una nueva ligereza;
Leves son sus brazos, mas ellos me han sujeto estrechamente
Y me dejan cubierto como con una gasa de éter;
Como con dulces hojas; como con sutil claridad.
Oh, he hurtado magia en su cercanía
Para envainarme mitad por mitad con las cosas que la envainan.
¡No, no! Sal de mí. Tengo todavía el sabor,
Suave como viento de primavera que viene de las glorietas de los abedules.
Verdes vienen los retoños, siempre abril en las ramas,
Como herida de invierno con su ligereza de manos que ella restaña,
Tiene de los árboles una semejanza del sabor:
Tan blanco como sus cortezas, tan blanco como las horas de esta dama.

FRANCESCA

Tú saliste a la noche
Y habían flores en tu mano,
Ahora tú saldrás del barullo de gente,
Fuera del tumulto de palabras acerca de ti.

Yo quien te ha visto entre las cosas principales
Estaba enojado cuando ellos pronunciaron tu nombre
En lugares ordinarios.
Yo quisiera que las frescas olas pudieran inundar mi mente,
Y que el mundo se secara como una hoja muerta,
O como un carpelo de diente de león y sea arrastrado,
De modo que yo pueda encontrarte de nuevo,
Sola.

PORTRAIT D´UNE FEMME*

Tu mente y tú son nuestro Mar de los Sargazos,
Londres ha soplado sobre ti esta cuenta de años
Y brillantes barcos te dejan esto o aquello en propiedad:
Ideas, viejos chismes, fragmentos de todas las cosas,
Extrañas arboladuras de conocimiento y mercancías amortiguadas de precio.
Grandes mentes te han buscado – a falta de alguna otra
Tú has sido segundona siempre. ¿Trágico?
No. Tú lo preferiste a las cosas usuales:
Un hombre lerdo, entontado y gurrumino,
Un pensamiento promedio – con un concepto menos, cada año.
Oh, tú eres paciente, te he visto sentada
Horas, donde algo podía haber flotado.
Y ahora tú pagas una. Sí, tú ricamente pagas.
Tú eres una persona de algún interés, uno viene a ti
Y se lleva extrañas ganancias:
Trofeos pescados; alguna curiosa sugestión;
Hechos que conducen a ninguna parte; y un cuento o dos,
Preñados de mandrágoras, o con alguna otra cosa
Que pueda probar utilidad y no obstante nunca la prueba,
Que nunca dispone un rincón o muestra uso,
O encuentra su hora sobre el telar de los días:
El deslustrado, brillante, maravilloso viejo trabajo;
Ídolos y ámbar gris y raros embutidos,
Esas son tus riquezas, tu gran almacén; y aun
Por todo este tesoro hundido en cosas transitorias,
Extrañas maderas medio mojadas, y nuevo material brillante:
En la lenta boya de diferenciar luz y profundidad,
¡No! ¡Nada hay! En el conjunto y el todo,
Nada es absolutamente tuyo.
              No obstante eres tú.
______
*En francés, en el original.
LOS REQUERIMIENTOS

Yo no puedo hacer cortesía para cortejarte
Con palabras melosas y besos floridos
Y el rocío de dulces medias verdades
Caído sobre la hierba de los viejos raros cuentos de amor
De bordados días arruinados.
No en el murmurante crepúsculo
Puedo yo sentarme debajo de ti,
Adorando en susurros
Trémulos como campanas que se escuchan lejanas.
Todas estas cosas las he conocido una vez
Y pasaron
En aquella alegre juventud que tuve empero el año pasado.
Y que se ha ido
Como la sombra del viento.
No, yo no puedo cortejarte así;
Pero como yo soy siempre arrastrado hacia arriba
Al centro de toda la verdad
Así debo llevarte conmigo
Transportado dentro de esta gran flama envolvente,
Llamando siempre desde el medio de esto,
“¡Sigue! ¡Sigue!”
Y en la gloria de nuestro encuentro
El poder renacerá.
Y juntos en medio de este poder
Debemos, estimularnos mutuamente,
Gritar eternamente:
“Yo vengo, vas tú aun más lejos”.
Y de nuevo, “¡Sigue!”
Para que nosotros podamos no demorarnos.

UN PACTO

Yo hago un pacto contigo, Walt Whitman-
Te he detestado lo suficiente.
Vengo a ti como un niño crecido
Que ha tenido a un padre con cabeza de cerdo;
Yo estoy suficientemente viejo ahora para hacer amigos.
Era que tú habías roto la nueva madera,
Ahora es un tiempo para esculpir.
Nosotros tenemos una savia y una raíz-
Permitámosles que haya comercio entre nosotros.

INVIERNO

El invierno de la tierra vino
Y estoy siendo parte de todo
Y desde el espíritu de todo se mueve en mí.
Yo debo necesariamente soportar el invierno de la tierra
Fundido de frío y gris por horas
Y regocijado en un sol momentáneo,
¡He aquí que yo estoy mustio a la espera hasta que mi primavera venga!
O agachado ambicioso de calor
Sobre la lumbre de escasos leños,
Debo tomar entumecida alegría de los tomos de Longinos
Que, leí por primera vez en
Los bosques fulgurosos de verano
O en medio de los vientos deseosos de primavera,
Habiendo asentado en mí esferas cantoras
O hizo al corazón vagar afuera entre cálidas rosas
O enroscar en la hierba próxima debajo de una amable luna.

LA ESPOSA DEL MERCADER DEL RÍO: UNA CARTA

Mientras aún mi pelo estaba cortado sobre la frente
Jugaba en la puerta de enfrente, arrancando flores.
Tú viniste sobre zancos de bambú, jugando a los caballos,
Caminaste hasta mi asiento, jugando con ciruelas azules.
Y nosotros continuamos viviendo en el pueblo de Chokan:
Dos niños, sin antipatía o recelo.

A los catorce años me casé con usted, Mi Señor,
Yo nunca reía, era vergonzosa.
Bajaba mi cabeza, miraba a la pared.
Me llamaban, miles de veces, nunca volvía la cabeza.

A los quince años paré de enfurruñarme,
Deseaba que mi polvo se mezclara con el tuyo
Para siempre y para siempre y para siempre.
¿Por qué debería yo vigilar?

A los dieciséis años tú partiste.
Te fuiste a la lejana Ku-to-yen, junto al río de los remolinos
Y tú te has marchado hace cinco meses.
Los monos hacen pesarosos ruidos en lo alto.

Arrastrabas tus pies cuando te fuiste.
En la puerta ahora, el musgo ha crecido, los diferentes musgos,
¡Demasiado profundos para limpiarlos!
Las hojas caen pronto en el otoño, por el viento.
Las emparejadas mariposas ya son amarillas en agosto
Sobre la hierba en el jardín del oeste;
Ellas me lastiman. Yo envejezco.
Si tú has de venir a través de los estrechos del río Kiang,
Por favor házmelo saber con antelación
Y yo saldré a encontrarme contigo
                    En Cho-fu-sa.




EL JARDÍN

Como una madeja de suelta seda soplada contra una pared
Ella camina por la baranda de un camino en los jardines de Kensington,
Y ella está muriendo a pedazos
                  De una suerte de anemia emocional.

Y en los alrededores hay una gentuza
Asquerosa, robusta, inmatable, de niños de los muy pobres.
Ellos heredarán la tierra.

En ella está el fin de la progenie.
Su aburrimiento es exquisito y excesivo.
Le gustaría que alguien le hablase,
Y casi teme que yo
           Cometa esa indiscreción.

ANTES DE DORMIR

Las vibraciones laterales me acarician,
Ellas saltan y me acarician,
Ellas trabajan patéticamente en mi favor,
Ellas buscan mis ventajosas finanzas.

Ella la de la lanza que se yergue se presenta.
Los dioses del bajo mundo me escuchan, oh Anubis,
Estos son los de tu compañía.
Con una patética solicitud ellos me escuchan,
Ondulantes,
Su reino es los cursos laterales.

               ¡Luz!
Debo seguirte, Palas.
Arriba y afuera de sus caricias.
Tú te has ido como un cohete,
Torciendo tus pasajes de derecha a izquierda y de izquierda a derecha.
En la proyección plana de un espiral.
Los dioses de drogado sueño me oyen,
Me desean bien;
Debo seguirte, Palas. 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Niña errante, amor de Gabriela Mistral por Doris Dana


Este libro incluye las cartas que Gabriela Mistral escribe a Doris Dana, entre 1948 y 1956. En estas cartas, de naturaleza privada, encontramos las claves de la esencia de Gabriela Mistral, sus temores y sus amores.

Sin lugar a dudas, la obra de Gabriela Mistral amerita y justifica su Premio Nobel de Literatura en 1945. Pero, más allá de su valiosa obra, cabe preguntarnos, ¿qué tanto conocemos a Gabriela Mistral?

La vida de Gabriela Mistral es lamentablemente, una vida triste, llena de sufrimiento y soledad, marcada por el suicido de su sobrino Juan Miguel Godoy, Yin-Yin. En 1946, en Nueva York conoce a Doris Dana, una joven profesora universitaria (30 años menor que Mistral), en una conferencia sobre el escritor alemán  (nacionalizado norteamericano) Thomas Mann.
Gabriela Mistral
Foto: El Mercurio
Gabriela Mistral siempre se mantuvo cauta sobre su vida privada, distanciada de los medios y de la sociedad chilena, siguiendo una vida en distintos países entre México, Estados Unidos y otros. Es en Estados Unidos donde conoce a Doris Dana, y es la joven profesora quien comienza la relación epistolar enviándole algunas cartas relacionadas con la traducción de algunos de sus escritos y sobre todo, mencionándole su gran admiración por la gran poeta chilena.

En Niña Errante (Lumen) encontramos la correspondencia entre Gabriela Mistral y Doris Dana desde el 1948 hasta fines de 1956 antes de la muerte de la Nobel de Literatura. Si bien las cartas escritas por Gabriela Mistral son en número y extensión mucho mayores a las cartas (que aparecen publicadas en el libro) enviadas por Doris Dana, los lectores podemos ver, a lo largo de los años, cómo la relación entre ellas es cada vez más íntima y podemos descubrir a una Gabriela Mistral enamorada y amante, y nos ayuda a entender esa pasión e inspiración transversal en su obra.

Es tal la entrega de Gabriela Mistral en sus cartas, que nos encontramos con una mujer que busca el rol masculino de la relación, es ella quien intenta proteger a la joven Doris, y es ella también quien se preocupa tanto por su estado de salud como por su situación económica.

Encontramos cartas tiernas, con un tono sobreprotector, pero también cartas cargadas de desesperación, de miedo y soledad. Gabriela Mistral suplica a Doris Dana, en tono mendigante y a veces autoritario, que le escriba, explicándole que el sólo hehco de no tener noticias de ella le afecta en su ánimo y en su salud. Son recurrentes las cartas en las que Gabriela Mistral dice “dejar en libertad” a Doris Dana, que siga su vida lejos de ella que siempre la espera, sorprendiéndonos en la carta siguiente con una Gabriela Mistral paciente que agradece a Doris un llamado o una carta. Si nos fijamos en el contexto, se entiende la desesperación de Mistral, un correo lento y que falla, una comunicación telefónica deficiente y menos telegramas recibidos de los que espera. A una personalidad ansiosa como la de Gabriela Mistral, la espera y la distancia siempre le juega en contra.

Hay también un rasgo de Gabriela Mistral inesperado, tal vez débil; se siente inferior en cuanto a “raza” de Doris, marca la diferencia entre ambas, su amada de raíces inglesas y ella, que se autodenomina “indígena” o “latina”, siempre en un tono peyorativo en comparación a la joven y libre Doris. Es a veces esta raza inferior a la que dice pertenecer, la que la justifica de sus arrebatos de celos e inseguridad.

Sin lugar a dudas, en Niña Errante encontramos una mirada profunda de la vida de Gabriela Mistral, de su intimidad y de sus miedos, sus debilidades y obsesiones. Una correspondencia rica también en detalles cotidianos que nos deja asomarnos a su vida íntima y que nos permite hacernos una idea de quien era realmente esta tremenda mujer, nuestro orgullo nacional.

martes, 30 de octubre de 2012

Chilena Lina Meruane gana XX premio de literatura Sor Juana Inés en México


Martes 30 octubre 2012 
Imagen: Lina Meruane | ARTV

La chilena Lina Meruane, con su novela “Sangre en el ojo”, ganó el XX premio de literatura Sor Juana Inés de la Cruz concedido en México, anunció el jurado.

Meruane, nacida en Santiago en 1970 y actualmente profesora de literatura en Nueva York, recibirá el galardón el 28 de noviembre en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el mayor evento de la industria editorial en español.

En “Sangre en el ojo”, Maruane consigue “equilibrar con gran talento la búsqueda de un lenguaje personal con la seducción narrativa”, señaló en su fallo el jurado integrado por los escritores Yolanda Arroyo Pizarro, Antonio Ortuño y Cristina Rivera Garza.

Se trata de “una novela sobrecogedora, formalmente arrojada, que ofrece una antropología interna de su narradora y una reflexión del tiempo que pasa por su cuerpo y su conciencia”, agrega el fallo.

Además de ser autora de numeros cuentos publicados en antologías y revistas en español, inglés, alemán y francés, Meruane ha publicado la colección de relatos “Las Infantas”, así como las novelas “Póstuma” (2000), “Cercada” (2000) y “Fruta podrida” (2007).

Esta última había ganado antes de su publicación el premio del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes a la mejor novela inédita.

En 2011 Meruane ganó en Alemania el premio Anna Seghers.

El premio Sor Juana Inés de la Cruz, dotado con 10.000 dólares y establecido para reconocer cada año el trabajo de una escritora de habla hispana, había sido ganado en 2011 por la novelista española Almudena Grandes.

Meruane se suma así en la lista de ganadores del Sor Juana Inés de la Cruz a la colombiana Laura Restrepo, la mexicana Elena Garro, la nicaragüense Gioconda Belli y la argentina Claudia Piñeiro, entre otras.

martes, 23 de octubre de 2012

A propósito de un artículo de la revista 2010-2 y Los hijos suicidas de Gabriela Mistral (Inubicalistas): En verdad, ¿cuántos nortes hay en el norte?


Por daniel rojas pachas 

Es extraño descubrir que pasas tanto tiempo leyendo ficciones, creándolas, teorizando sobre éstas e incluso haciendo chistes aburridos y citas irónicas sobre ellas con tus amigos geek, que, sin darte cuenta, de pronto te ves inmerso en una por nexos que ni siquiera premeditaste. Todo empezó con un mail de un escritor de Vicuña que decía – tengo para ti la última copia de la revista 2010 en que escribo un artículo sobre el norte, te puede interesar – asumo que es por la buena onda, porque compartimos conversación, libros y copete en el pasado, y claro, porque vivo en la frontera con Perú y Bolivia. Acepto y le ofrezco en reciprocidad el catálogo completo de mi editorial (envío que aún no hago, por mucho que el paquete está allí esperando). En todo caso a este escritor lo conocí allá por el 2009 cuando fui jurado junto a Elvira Hernández de un concurso llamado Lagar. Certamen organizado por Arturo Volantines, “figura clave de Atacama”, en esos términos es mencionando en el artículo “Los nortes del norte” que motivó el envío de la revista y desde luego esta reseña/relato.

En fin, de este poeta llamado Fernando Navarro Geisse, lo primero que conocí fue su obra “Los habitantes del fuego” que recibió la primera mención, luego compartiría con él y otros escritores en la post-premiación, recuerdo que fue un tour por diversos bares de Serena con autores cuyos nombres omitiré aunque esto suene a verso del poema Kermesse de Germán Carrasco “lo vieron en provincia con el jurado en un bar de dudoso gusto y reputación”. Poco de eso hubo… hago la aclaración pues todo fue a plica cerrada y muy serio.

Lo curioso en esa oportunidad fue conocer a un poeta de mi ciudad, Rolo Martínez Trabucco, radicado largamente en la cuarta región y del cual no tenía noticia pues su presencia literaria en Arica por lo que supe más tarde hablando con el propio Rolo, fue fantasmagórica y marcada por una desazón terrible – lo entiendo, Arica y el norte en general tienen ese efecto, muchos poetas poca buena poesía y lo mismo se puede decir de todos los géneros literarios, sin embargo, el ego de estos artistas y su envidia es morrocotuda.

Insisto en lo divertido de esto, pues a esa altura yo pensaba tener rastreado a todos los escritores que pasaron desde los cuarenta por este lugar de Chile, incluidas las generaciones de recambio y los que todavía siguen activos por estas latitudes. Mi error fue grande y lo confirmó otro poeta de la ciudad, que por su deseo de invisibilizarse llamaré hombre puente. Éste me contó sobre Rolo, luego de darse a conocer públicamente el resultado y antes de que viajase a la ceremonia de premiación a Serena, el tipo había cosechado con un estilo escritural Teilleriano una cantidad de premios y se había paseado por Chile, especialmente por el sur como un fantasma que acumula experiencias, escucha historias de viejos escritores y nuevas generaciones y es más, en algunas resulta protagonista de estas.

Otro dato extraño es que él sabía de mí, de la revista que tenía a mi cargo y sobre todo de mis viajes continuos e intercambio con poetas y editoriales de Perú, paraje que fascina y tengo claro, continúa fascinando a Rolo.

Bueno, el concurso ofició como una red macabra que puso como fichas sobre el tablero al poeta Martínez Trabucco a su servidor y desde luego a Navarro Geisse, este último, esa noche comentó sobre un libro en el cual colaboraba desde hace un rato, “Los hijos suicidas de Gabriela Mistral”, una suerte de curaduría poética de jóvenes del Valle del Elqui cuyo antólogo e investigador fuera Leonidas Lamm, crítico literario y poeta frustrado, también nacido en Vicuña el año 46 y que sale al exilio rumbo a Alemania durante el Golpe de Estado, y cuyo sino de derrota sumado a un alzheimer terrible lo empujo a la edad de 63 a autoeliminarse. Navarro Geisse colaboró con Lamm en ese trabajo de años, lo cual constituye un rescate de cuatro voces poéticas (ex)céntricas, cinco si contamos a Lamm y observamos su vida como una obra de poesía mayor vinculada de forma trágica y agonal a ese rincón del mundo llamado Elqui y que se ve indistintamente, iluminado y oscurecido por la potencia de la figura de Gabriela Mistral.

El proyecto debo confesar, me pareció interesante en ese momento – pero del modo que uno dice interesante moviendo la cabeza condescendiente y sin mayor atención. Pasaron los años, Rolo volvió a Arica y yo seguí con mi labor como escritor y editor, en un momento tuve la idea de hacer una serie de encuentros en la frontera y Rolo tomó un tiempo libre de su trabajo como profesor y se dispuso a ayudarme a organizar estos eventos que terminaron frustrados en cierta medida, por el deseo de los poetas invitados de jugar a ser rockstars. Eso no debilitó mi amistad con Martínez Trabucco pero si me previno de trabajar con él y otros escritores a la hora de gestionar cosas con el nombre de Cinosargo.

Noticias de Navarro Geisse no tenía más allá de esporádicos mensajes por facebook o llamadas de Rolo dada la amistad que ambos fraguaron en Vicuña a raíz de conocerse la noche de premiación del concurso Lagar. Por ello no me sorprendió tanto cuando supe que ambos harían una gira por la frontera rumbo a Arequipa y luego a Cuzco y de allí hacia algunos parajes de la sierra en que escritores de nuestro lado de la frontera gustan perderse pues lo ven como Tailandia o un espacio para hipotecar sus prejuicios occidentales, esto, quizá, luego sería la matriz del artículo de la revista 2010-2 de Navarro Geisse, recalco esto a modo de especulación, pues Geisse quizá vivió y observó cosas que despertaron su interés y cambiaron su modo de percibir el mundo, despertando su anhelo por completar el trabajo de Lamm y buscar por estos páramos que hacen colindar a dos naciones, a aquellos perdidos hijos suicidas de Gabriela radicados en el norte profundo y mestizo de Chile, claro, más híbrido y ambiguo que Serena y sus alrededores que ya huelen a sur… desde luego también agrego esto para no desvariar tanto y recordarle al lector que estoy hablando del trabajo de Navarro Geisse a propósito de su artículo “Los nortes del norte” y el libro “Los hijos suicidas de Gabriela Mistral” en que colabora.

De ese viaje sólo vi unas fotos en facebook en que Rolo me etiquetó y ahí estaban los dos poetas, el de Elqui y Arica compartiendo con otros amigos en común. Sin duda Geisse se estaba nutriendo con dinámicas y formas de relacionarse que aunque sean minúsculas, detalles insulsos, marcan una brecha tremenda ante la artificialidad que vivimos en Chile. Seguro bebía en ronda del mismo vaso en clandestinos o hacía esos tours de muerte en combis, comía en la calle y se topaba con una hospitalidad y cariño inusitado, por eso me alegró mucho recibir unos meses después, durante una pequeña lectura en Arica, de manos de Rolo el libro “Los hijos suicidas de Gabriela Mistral” (Ediciones Inubicalistas, 2010). Rolo me dio los detalles del viaje y de los planes de Geisse por peinar el territorio desde el norte chileno al sur del Perú y así completar lo que en ese punto concebía como la inacabada obra de Lamm, a quien denomina en su epílogo de la antología, “el único suicida real de todos los supuestos hijos de Gabriela Mistral” –Ofrecí mi ayuda y amistad para que pudiese cumplir la empresa, no sé si Rolo se lo comunicó pues en ese entonces no tenía ni el mail o fono de Geisse para corroborarlo, y tampoco se lo pedí al amigo en común, incluso el único número celular que llegué a tener del poeta de Elqui fue por manos de otro escritor y siempre estaba apagado, pues cuando partí a presentar libros de la editorial a Valpo, lugar en que supe radicaba durante el 2010, traté de ubicarlo inútilmente.

Pero cómo saltamos al presente, al 2012 y al mail que propició el envío de la revista y por ende al artículo de Navarro Geisse que da pie a toda esta retahíla de encuentros y partidas, ¿qué pasó entre medio? Rolo tuvo una hija y continuó escribiendo en silencio, como es mejor hacerlo… yo publiqué otros libros y Navarro Geisse que hasta donde sabía, había declarado su suicidio literario renunciando a la poesía, me sorprendió con su artículo sobre el norte en la revista 2010-2. Artículo que devoré durante el trayecto en bus a Tacna, camino a buscar a la imprenta con que Cinosargo trabaja, libros que luego debería nacionalizar en la aduana de Chacalluta, pero eso es materia de otro cuento… el artículo es lo que importa. Éste me resultó ofensivo, reduccionista y plagado de clichés, me molestó como editor por ciertas livianas declaraciones que hace Navarro Geisse al indicar que el norte fronterizo ha sido y es un erial literario al señalar textual: “no ha habido hasta el momento –que yo sepa- nadie de estatura poética suficiente para representar la zona fronteriza, la zona del encuentro/desencuentro con el Perú”.

Navarro en su ignorancia de turista con cámara nikon al cuello y chullo improvisado a fin de mimetizarse, desconoce de plano el trabajo poético y editorial de muchos y para colmo se lanza a la tarea de pontificar a un poeta del cual, todos los que vivimos y trabajamos literariamente en estas latitudes, jamás escuchamos, cosa curiosa, pues este supuesto escritor nace en Arica, de padre peruano y madre chilena, Paxi Ramírez es un año menor que yo y comparte mis siglas patronímicas, en ese instante sólo podía pensar en una parodia insulsa que más encima a juicio de Navarro Geisse representa el futuro escritural de este yermo maldito, lo cual a mi juicio es otra forma de negación del trabajo literario de una gran cantidad de autores valiosos, y lo peor es que el mentado Paxi escribe como un diluido Manu Chao en su tema Clandestino:

Qué paja, hermano
cómo las huevas
pasamos Chacalluta
Qué paja, hermano
Cómo las huevas
vendrá Santa Rosa
Qué paja, hermano
Cómo las huevas
Es la Tierra de Nadie
Mi única tierra
Qué paja, hermano
Cómo las huevas
peruano chileno
chileno peruano:
Qué paja, hermano
Cómo las huevas
siempre estoy lejos
cuando estoy cerca

-del poema Qué paja -



Geisse de mierda, Geisse de mierda!!!!, fue lo único que pude repetir un buen rato como un mantra… se caga en nuestro patio y luego manda un artículo de esto como una postal en la que  exhibe paso a paso cómo se guanea en mi casa, para que más encima contemplativo le celebre la gracia… es cierto, en ese momento no era mi yo escritor el que hablaba, sino el editor y pude gracias al primero reaccionar y darme una bofetada lenitiva preguntándome, pero Paxi puede que no sea una parodia, sino un poeta como Rolo, a quién desconocías totalmente antes del Lagar -agregué en mi monólogo- no puedes autovenderte esa pose de patrón de fundo nortino y creer que tienes toda la región monitoreada como Ozymandias en Watchmen y es claro que hay voces, poemarios y editoriales que escapan a tu conocimiento, estás siendo demasiado duro y soberbio, escríbele a Navarro y pregúntale por los datos de este poeta nortino, por eso surge la pregunta de cajón, las disyuntivas y confusión… quién es este Paxi Ramírez, supuesto avatar y mesías listo a redimirnos… el conflicto es evidente, Paxi puede ser la suma total de los que escribimos y pensamos la literatura en este lado del mundo, quizá otro Rolo, un ser con logros del cual no tenías noticias alguna y que Geisse descubrió en sus viajes y que yo en mi soberbia de feudalista y paranoia veo como un intento paródico de mi persona hiperbolizando una lectura que no existe, pero luego mi mente retorna al libro “Los hijos suicidas de Gabriela Mistral”, en que Navarro Geisse declara:

    “Y esto que voy a contar me parece ahora doloroso y retorcido, que conste. Pues bien, ahí va: uno de los autores recopilados es en realidad una entelequia creada por mí y por Pedro Álvarez. Alfonso Pinto, supuestamente único poeta de esta antología que realmente se habría suicidado, es en realidad un personaje que inventamos a partir de textos elaborados por Álvarez, siguiendo sus ejercicios de experimentación poética en base a crónicas rojas.

    Su biografía y la carta de suicidio son de mi autoría. Partió como un juego que hicimos al profesor en la primera etapa de su investigación. Posteriormente, cuando el análisis de los textos de Alfonso Pinto quedaron dentro del artículo del profesor que apareció en Komala, nos pareció que realizábamos un sueño de muchos escritores: fundir ficción y realidad, vida y poesía de forma potente, indistinguible. Pronto comenzamos a tener sentimientos de culpa y vergüenza que nos atormentaban”.

Entonces, como en los viejos tiempos, Navarro Geisse da cuenta de su prontuario, tiende a su juego a lo Borges, Pessoa o Wilcock de crear biografías y obras fantasmales, aunque puedo equivocarme, la pregunta sigue latente… Paxi puede estar por allí y quizá termine leyendo este artículo dando prueba material de mi error… pues es así como uno sin querer termina escribiendo un artículo que debiera ser la reseña de otro artículo y libro y funde ambos en un pseudo relato, pero acaso, pregunto, no todo lo que conocemos y hemos aprendido, es al final parte de un relato… y asimismo, no es la manipulación de fuentes y cristalización falsa de obras y biografías el juego predilecto de la academia y todos esos podridos sistemas de legitimación del arte que tienden a canonizar y centralizar nuestras lecturas. El mismo Lamm lo dice a propósito de Gabriela Mistral en su prólogo a la antología de poetas jóvenes del Elqui:

    “la figura de Gabriela Mistral se convierte en paradigma al momento de analizar el destino de la imagen del intelectual exitoso chileno. Asombra lo fácil que es manipular la estampa de cualquier prócer con cierto renombre dentro de la población, ya sea para obtener beneficios económicos con marcas comerciales, o para echar mano de su figura cuando ya no problematiza políticamente a los gobiernos de turno. Es lo que sucedió precisamente durante la dictadura militar chilena, la que dio énfasis a Gabriela Mistral, convirtiéndola en papel moneda y carne de estatua, en parte para invisibilizar la molesta presencia de Pablo Neruda, otro referente obligado dentro de nuestra cultura, cuyas manifiestas inclinaciones políticas e ideológicas eran una piedra en el zapato para un régimen derechista carente de figuras públicas culturales que contrastaran en peso con el grueso de las ideas contenidas en los textos literarios del Premio Nobel de 1971.

    Se ocultó sutilmente entonces que Gabriela Mistral había apoyado al Frente Popular que llegó al Gobierno en 1938, que defendió a Sandino frente las Naciones Unidas, que buscó infatigablemente propiciar una reforma agraria en nuestro país, que advirtió a la gente en Latinoamérica sobre la venta de sus recursos a naciones extranjeras, que estuvo siempre del lado de obreros, campesinos e indígenas, y que por último desarrolló sostenidamente una postura radicalmente antimilitar. La manipulación de su imagen contó con el apoyo de la pereza crítica de las grandes masas de nuestro país, favorecida y alimentada, por supuesto, por un gobierno que prefería el analfabetismo y la precariedad intelectual de los sectores más desposeídos, que su desarrollo como masa pensante y verdaderamente constructiva. Fomentó de esta forma su necesidad de santones, santos y héroes deportivos de los que enorgullecerse, convirtiéndola así en figura equiparable a Miguel Ángel Poblete y la virgen de Villa Alemana, Sor Teresita de los Andes, Martín Vargas o Hans Gil de Maister, todos ellos figuras que en distintos ámbitos servían para desviar la atención de las atrocidades y coerciones físicas e intelectuales forjadas durante el gobierno militar”.

Entonces, entre las palabras de Lamm sobre Gabriela Mistral y los dichos de Navarro Geisse a propósito de Paxi, uno tiende a problematizar su propio rol de crítico, editor e incluso promotor de algunas antologías en este lado -no estaré jugando el mismo papel de falso cristalizador, canonizando con los fines erróneos, jugando al pastiche de elevar nombres e invisibilizar a otros, Geisse de mierda!!! -dije de nuevo, pero el tono ya no era de rabia sino de admiración hacia su trabajo por generar una tensión en torno al norte en una revista como 2010-2 (Pfeiffer 2011), a la que ese mote de poesía nortina ubicado en un apartado llamado “fértil provincia”, quizá sólo corresponda a una pega que justifica el fondo del consejo de cultura o como acto de buena crianza, una política correcta de inclusión, la maldita discriminación positiva que propugna odiosas alusiones a ese otro Chile que no importa en verdad; quizá me equivoco y les estoy tirando un palo innecesario y gratuito, pero en la mayoría de medios es así… por eso sin darte cuenta, ya que pasas tanto tiempo leyendo ficciones, creándolas, teorizando sobre éstas e incluso haciendo chistes aburridos y citas irónicas sobre ellas, acabas sin querer perdido en esa delgada frontera de realidad ficción. Sólo me queda parafrasear a Navarro Geisse: “De todo corazón espero que después de lo que acabo de declarar, Navarro Geisse no pase por tonto. Prefiero quedar yo como un imbécil, un cobarde, un mal amigo”.



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