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viernes, 20 de julio de 2012

ROY DÁVATOC, ANTOLOGÍA POÉTICA : DE LA RAÍZ EL ÁRBOL.


La biografía de un poeta está
en sus libros más auténticos,
porque la verdadera poesía
está hecha  de vida.
Juan Domingo Argüelles



Para Ana, luz, asombro
y eco, en mi universo.


Ante los ojos del poeta, toda la materia  se transfigura. Se despliega en un espacio donde nombrar parece un rito; prueba de amor y fe en las palabras. De la raíz el árbol, antología poética de Roy Dávatoc (1981), propone una visión conjunta  de sus cuatro libros  –de Alma, cuando un corazón emigra, La lluvia nos detiene, Gradus y Confesiones para Raziel- obra  viva que ha empezado a latir en la nueva generación de poetas peruanos. 

De la raíz el árbol, es un libro que canta, celebra, conversa, discute, explora y rompe las cosas que nombran al mundo. Se desborda en los márgenes del oficio poético. Asume el asombro como una vibración luminosa y la revela en sonidos inconfundibles; produce correspondencia entre ellas. El eco se hace voz y la mirada, luz instantánea.

Como una carta de navegación, se registran los plenos poderes de la condición fugaz del hombre, su esencia transitoria de su desdoblamiento natural y el reflejo de una geografía apenas desplegable  en el inevitable paso del tiempo. En estos poemas, se entrecruzan las diferentes voces de las tradiciones literarias del S. XX, mismas que siguen el movimiento del pensamiento hecho palabra. Las amplias fronteras que traza el autor en esta selección poética, constituyen una posibilidad de reflexión sobre temas como el amor, la muerte, la vida y la integridad de las cosas del entorno perfectamente visible y en constante movimiento. Cada poema, parece una piedra pulida lentamente. Cumplen con el  requerimiento estético que los erige.

El lenguaje en estos poemas, irradia pequeños universos gozosos y precisos, sus trazos se deslizan entrañablemente al centro de un testimonio vivo y deslumbrante.

Alma, cuando un corazón emigra, título que abre la presente antología, es un homenaje a lo femenino, nombra la circunstancia de su deseo:

Ella
era muy bonita y diminuta
recogía los orgasmos que
el mar dejaba en la luna
y los vaciaba en sus ojos



Convierte su asombro en erotismo, cuando nombra la vitalidad de su espíritu:

Y mi lengua de pronto
cabalgó tus poros hasta la madrugada
entre mis relámpagos

 El universo contenido aquí,  anima la pasión táctil y sonora que produce el reconocimiento de la voz que canta, que sostiene en resplandores el dominio del pensamiento único. Para Roy Dávatoc, nombrar es revelación, y así lo registra en otro poema (Alma), que marca el tono conversacional que habrá de fluir en su obra en expansión:

Se hacía el milagro
y Dios olvidó parpadear esa tarde
de revoluciones constantes
cuando latíamos en un solo pecho

Éramos hermosos
o por lo menos tú
que siempre me amaste sin escatimar ensueños

El texto abreva en su diálogo a una cadencia bíblica y erótica, apunta  hacia la contemplación e introspección de lo mirado por el poeta. Sustancia que reconoce la forma y despliega en silencio toda la materia iluminada. Es una confesión profunda  de lo cotidiano, invocación y estampa de nuestro tiempo.
En La lluvia nos detiene,  segundo ciclo de esta obra que va cincelando  esculturas transparentes, erguidas en los instantes  múltiples que experimenta la diversidad de las formas rítmicas, contiene poemas que constituyen un vínculo fundamental con los temas que delinean  su oficio y que marcan un punto central  en la  nueva poesía joven peruana.
Cada poema abre una puerta a instantes indelebles que nos hacen permanecer entre los elementos plasmados de su metamorfosis, composiciones sencillas que expresan su nostalgia personal y su secreta unidad. Su tránsito luminoso, interminable canto que nos interroga, invoca la sombra que lo refleja. Nos sumerge en un territorio inesperado, múltiple y privado:

Nunca he recibido una carta de amor,
completado un crucigrama, o hecho aros
con el humo del cigarro
 
nunca he comprendido cuestiones de óptica
ni de repostería o de navegación

Pero me imagino que hay un punto en que el agua pierde
su consistencia antinatural y se vuelve torrente
en el espacio negro

quiero decir:

Podría tomarme un café ahora mismo
y morir moderadamente
 

Roy despliega en este poema su experiencia de vida, se sabe único y nombra, se transfigura, nos muestra cómo sobrevivir. El ritmo reconoce el instrumento preciso que lo destaca.
En Gradus  se delinea un rasgo discreto de coherencia, vasto y primordial, que constituye la transparencia de su testimonio. Cada poema se entrelaza a un momento determinado, haciendo de la  estancia rítmica un canto sugerente en los novísimos poetas peruanos, mismos que han empezado a cincelar versos en un escenario en constante construcción. En este libro, el paisaje muta, se confunde en un diálogo que abreva ciertos ecos de la mejor poesía escrita el siglo pasado; filón cenital impecable.
 Confesiones para Raziel, poemario con el que se cierra este ciclo de  cuatro estancias en De la raíz el árbol, dibuja destellos de una vitalidad   de gran eficacia, donde fluye un lenguaje iluminador, experiencias entrañables que el poeta  usurpa al mundo, para que podamos ver la hermosura y el desgarramiento único que sostiene su escritura. Constatación de que lo que brilla y se incrusta en el tiempo es una voz limpia, que quiere permanecer dúctil y extensa entre lo que la mirada construye. Porque  donde la claridad del día siempre devora al mundo -de dominio y asombro- en su esplendor, todavía no se ha dicho la última palabra. Todo arde.


                                                                                           Juan Carlos Recinos
                                                                                          Real de Minas, México.





XVII

DIOS ve
............parte
..................y acomoda

se abre por el tronco
            en estrellas
                  vigas
                          torres
arcas llenas de grano

pulsa cuerdas de piel
de agua
             ojos
rutas de parvada
nubes
ramas como dedos rotos de una mano;

igual que un pensamiento puro
crece en una casa acodada
                                          a las copas del cielo
entre árboles de humarada

la flor amarilla
el hombre
la mariposa negra y el río furioso
lo desatan.  
  

XIX

ESTÁ la vida y una caída grande

están las vacas pastando
como en pensamientos
           el eco de caña de la bardiza
                      que no corea y si responde
            el tren los sueños negros y la paja

está todo lo que inquieta el recuerdo
como pulsando dentro de las manos.

 

XXI

EN mi cabeza; tempestad de risa.

Una estatua antropoide se amputa
y se arma

Hay una evolución a la primera luz
y todo en este mundo se pulveriza:

los amores y los huesos.

Ahora tú te abres paso entre metales puros,
el mármol,
el fuego…



XXII

CLARA

Chirriante luz detonando en las sombras

Los pájaros hacinan en mi boca
tu esclavitud de árbol
tu vaguedad de río

Es linfa pujante rompiéndome la cabeza
tu voz que me tortura
tu mar y sus rocas
que son acequias azules en los campos
de mi memoria.
 



XXIII.

ERES vos que sales de mi,
de mi garganta aquí posada entre mis manos
y allá fuera en la calle
eres voz grave de sol caliente y desesperante

te astillas en un hachazo de mortal felicidad
en mi frente.

Mírame que estoy triste en los pechos de todos los hombres
pero vos te quedas siempre y yo siempre me quedo.




XXIV

AQUÍ dentro de mi cabeza
 se apaga el fuego y apenas
una charca de sombra se agita y llora
 y los ojos se cierran.

Aquí dentro –como si fuera dentro de las manos-
siento el latido pausado de las venas

Miro la lluvia:
todo se termina o se esconde
                                              en algún lado.




XXV


La voz  brotando de mi vidrio disuelto y gotas de luz
sangre
         fiebre chapaleando en el charco de la sien
ámbar de corazón rojo
manos palomitas en el firmamento
te rompes en mi pecho como en las olas inmortalmente
                 cuando sales
sol
en las alas dormidas
la luz es vuelo

escucha
             la lluvia encostra en la carne.




XXVI

TENÍAS UNA TRENZA NEGRA, noble sobre tu espalda
un esqueleto de virgen tiritando en un río
 
y tu voz pasada sal marina
devoraba las malquerencias de mi espíritu,

y en tus pensamientos habían mieses
y en tu piel reposaban cuerdas lunares;

y ahora que te han quebrado tantas veces
eres una boca rota abierta por la sed

    culebra de sangre turbulenta 
          por mis neuronas

tenías un botón de vida frágil 
entre los pechos 
y me tenías a mi muerto en 
la ingrávida charca de tus ojos.








XXVII

 FINALMENTE te oxidaste en un canto
como una máquina herrumbrosa
que se desmonta con la brisa.
 

       y el alma se me disuelve en un hilo de saliva.

 La fiebre enrama desde la garganta
hasta azotar los campos de mi pecho.

 



XXVIII

A ti te doy un ramillete
de mentas
         de vidrio soplado
                 de flores

un ramillete de mí
hacinado con mis nervios

reposo la cabeza/contra la tierra
y llega la paz
con todos los pájaros del trópico

-yo no sé
lo único que siempre llega
es la noche.

 



XXIX

Cerca de las diez
en Enero/ en un callejón / un farolito
de luz fría nos alumbraba

las niñas vendían lirios
la luna/la luna misma era un lirio
con su espora/su brazo iridiscente

perla hundida
en el pantano brutal
de esta noche



 XXXI

Yo  soy el equilibrio entre  vida y la muerte 
                    el triunfo y la derrota
el metal más puro
                 la transformación
                              golpeando en tu pecho
soy
tu sangre endurecida en las rocas
la ola rompiendo en la costera

          en los muelles
                         lo salvaje de nuestra  historia

soy  de ti la sustancia evaporada
        acero y plomo y latido intermitente
y bruma como ojos

en la cornisa muriendo de altura
soy el metálico sonido
       en el silencio
la resurrección de la lluvia

de la vida eterna
                           bajo la arena 
                                   como reloj
la carne atrapada por unas manos
buscando un destino

 
Biografía:

Roy Dávatoc, seudónimo de Roiser David Dávila Atoche (Jaén-Perú, 1981). Actualmente reside en la ciudad de Lima.

Estudia la carrera de Administración de empresas en la universidad nacional Enrique Guzmán y Valle “La Cantuta” .

Forma parte de la fundación cultural “Laberintos” en Colombia y es miembro del grupo literario “Puka Yuraq” en Perú.

Algunos de sus poemas y textos han sido publicados en las revistas literarias como: “Remolinos” de Perú; “El quirófano” de Ecuador, “Poeta” de Argentina, “Antropofagia” de Colombia, “Letras” de España; así como también tiene participación en la revista “Atanor” de España; y el centro cultural “El túnel” de Pamplona-Colombia y algunos blogs que usan algunos poetas para la difusión del arte.

También se hace presente a través del la difusión televisiva “Arte y Cultura” que dirige la poeta española Antonia Pérez García.  Ha publicado varios libros de poemas.

domingo, 15 de julio de 2012

Federico García Lorca: el hombre, la tragedia, el mito.







Federico García Lorca nació en Fuentevaqueros (Granada) en un año importantísimo para la historia y la literatura españolas, 1898, y habría de morir dramáticamente, víctima de un sino trágico parecido al que late en todas sus obras -pero más trágico incluso-, en otro año tristemente crucial, 1936.

Desde muy pequeño destacó por su sensibilidad artística, fundamentalmente musical (tocaba el piano desde muy niño), poética (su gusto por la poesía popular, la recitación y la creación poética es muy temprana) y teatral (sabemos que desde pequeñito le gustaba montar pequeñas representaciones caseras). Se crió en el ambiente rural del pueblo donde nació, del que saldría para estudiar Bachillerato en Almería (donde entablaría una duradera y profunda amistad con el músico Manuel de Falla, uno de los muchos amigos artistas que haría a lo largo de su vida ) y luego a Granada, donde fue un mal estudiante de Derecho. En 1919 comienza su estancia en la Residencia de Estudiantes de Madrid, y allí  coincidió con otros brillantes intelectuales y artistas con los que le unirían pronto lazos de amistad, entre ellos Rafael Alberti,  Salvador Dalí o Luis Buñuel. En este ambiente, se dedicó con pasión a la poesía, a la música, al dibujo o al teatro, e incluso  intervino en la película surrealista "El perro andaluz", junto a Dalí y Buñuel.


Lorca es una figura fundamental tanto por su obra literaria como por su actividad pública, y además numerosos testimonios nos hablar de una personalidad deslumbrante y un carisma magnético como conversador, orador o recitador.


Pronto vería publicados sus poemas, al instante muy reconocidos y valorados. Es el autor de libros de poemas trascendentales en la historia de nuestra literatura y maravillosos , en los que mezcla magistralmente las formas, el estilo y el ambiente de la poesía popular con los procedimientos expresivos más rompedores o vanguardistas, y en los que eleva el mundo andaluz y gitano (pueblo marginal y oprimido) a la categoría de mito representativo de los grandes traumas y misterios del ser humano: la búsqueda de la felicidad y los límites y frustraciones a que nos condena la realidad, social o cósmica (el eterno choque entre la realidad y el deseo), el ansia de libertad, el amor, el sexo, el poder destructivo de las pasiones, el destino trágico esencial de nuestra vida, que termina inexorablemente en la muerte... Esta es la esencia de obras como Canciones, el Poema del Cante Jondo o el maravilloso Romancero Gitano.

En 1929 viaja a Nueva York, y el contacto con ese mundo nuevo, colosal y deshumanizado, de la gran ciudad capitalista, le impactó profundamente y tuvo como fruto una serie de  poemas surrealistas: Poeta en Nueva York, uno de sus libros más difíciles e impactantes, en donde con imágenes de pesadilla, aparte de sus impresiones personales, denuncia la opresión que sufren los negros (de nuevo, su atención se centra en el débil, el oprimido, el marginado).

Hay quien ha querido ver en todo esto (ese interés por los marginados, esa especial atención al ansia de una realización personal que choca con las normas sociales o morales establecidas) una proyección de su condición homosexual, que la crítica actual acepta hoy casi unánimemente pero que él nunca reconoció. De hecho, Luis Buñuel, en su libro de memorias, cuenta como Dalí, que era tremendamente homófobo, acorraló a Lorca intentando hacerle confesar si era cierto o no el rumor de que era homosexual, lo que provocó un gran enfado en el poeta granadino y que rompieran lo que hasta entonces había sido una profunda amistad.

De vuelta a España, y ya con el gobierno de la República (que tenía entre sus máximas preocupaciones la educación y la cultura del pueblo), en 1932 fue nombrado co-director de la compañía estatal de teatro La Barraca, y con ella recorrió los pueblos de España llevando a la gente no un teatro populachero y comercial, sino las grandes obras de nuestro teatro clásico, de Lope de Vega o Calderón, muchas de las cuales llevaban años sin representarse en los escenarios, y obras vanguardistas y renovadoras entre las que estaban, claro está, las que él mismo escribía (Mariana Pineda, Bodas de Sangre, Yerma, Dª Rosita la Soltera...). Ese interés por abrirse a los demás y realizar una labor que acercara la cultura al pueblo le fue absorbiendo cada vez más, y con ella llegó de nuevo a cruzar el Atlántico, pero en esta ocasión para dirigirse a Hispanoamérca, donde promovió con gran éxito la representación de obras teatrales clásicas y vanguardistas, y donde dio todo un ciclo de conferencias. Su última obra de teatro, La casa de Bernarda Alba, fue escrita en 1936, y parece también (ya lo veremos) una trágica premonición de lo que sucedería en España.

Porque ese mismo año, cuando estalla la Guerra Civil, países como México o Colombia le ofrecieron asilo, temiendo lo que podía sucederle por su afinidad con la República. Pero él rechazó el exilio y se dispuso a pasar el verano en su pueblo natal, porque además y entre otras cosas, jamás había sido un activista político relevante y en alguna ocasión, cuando se le preguntó por su tendencia política, manifestó que "se sentía a su vez católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico". De hecho, nunca se afilió a ninguna de las facciones políticas, y jamás discriminó o se distanció de ninguno de sus amigos por una cuestión ideológica (tenía amigos falangistas, como el propio José Antonio Primo de Rivera). Además, no quería abandonar España porque decía que no se veía capaz de vivir en otro sitio. Sus palabras dejan claro que para él la política estaba por debajo de muchas otras cosas:

    Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista, abstracta, por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula, pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la frontera política

 En todo caso, 16 de agosto Federico fue detenido, tras una denuncia anónima,  y durante dos días no se supo nada de él. Tampoco están claros todavía los detalles de lo que sucedió.Se tiene constancia de una declaración que el poeta Luis Rosales (ideológicamente afín al franquismo) había hecho al jefe provincial de Falange, intercediendo por Lorca en los días que precedieron a la detención, e incluso desde Londres, el por entonces presidente del Pen Club (y autor, entre otras obras, del relato que leímos hace poco, "El caso del difunto Mr. Elvesham") escribió una nota a las autoridades militares de Granada pidiendo tener noticias pronto de lo ocurrido con él cuando el poeta ya había sido detenido.,

Pero todo fue inútil. Su cuerpo fue encontrado días más tarde entre otros, al borde de un camino. No está claro si la ejecución se produjo en la madrugada del 17 o la del 18. En algún documento de la época se alude a un piquete de guardias con orden de fusilar a cuatro personas. Uno de ellos era Federico, que iba en pijama, y a quien mataron “en el campo de instrucción de las tropas, antes de llegar a la Fuente Grande, a la derecha de la carretera, según se va hacia Alfacar...”.

Buñuel en su libro de memorias "Mi último suspiro", cuenta que Lorca era una persona con un gran temor al dolor físico, y que cada vez que se acordaba de él, no podía evitar pensar qué habría sentido aquella noche, entre desconocidos, en aquel furgón en que lo llevaban para fusilarle.

Aquí tenéis el testimonio de Félix Grande sobre el asesinato de Lorca. Imposible escucharlo sin un nudo en la garganta:


Así pues, su muerte se produjo, por tanto, en  uno de los "paseos" frecuentes en la guerra civil, firmado por el gobernador civil de Granada, que estaba vinculado a la CEDA (Confederación española de Derechas Autónomas) y que era jefe provincial de la Falange Española, pero los verdaderos motivos singuen sin estar claros. La versión oficial es que fue ejecutado por su simpatía hacia el Frente Popular (confederación de partidos de izquierda que apoyaban a la República) y por su condición de homosexual, algo también prohibido e indamisible para la mentalidad de la época, especialmente en le bando franquista. aunque ya dijimos que era algo que él nunca reconoció.Otros dicen que el motivo pudo ser la animadversión de la derecha hacia el padre de Lorca, por ser un "cacique progresista".

Curiosamente, en el certificado de defunción extendido en 1940 por el Registro Civil de Granada, consta que Lorca murió como consecuencia de “heridas producidas por hecho de guerra”, y los investigadores señalan que Francisco Franco, cuando se le preguntaba por su muerte, prefería decir que Lorca murió en una riña de gitanos, y muchos de los que apoyaban al dictador se hciceron eco de lo publicado por un periodista francés en diciembre de 1956, diciendo que el poeta había muerto durante una riña de homosexuales. Tal vez  preferían dar esta versión y no asumir su fusilamiento,  porque incluso ellos sabían que era un asesinato injusto y terrible, como todos, pero  más vergonzoso por ser la víctima un poeta querido, respetado y admirado.

Serán los hispanistas ingleses, con Ian Gibson a la cabeza (aquí podéis ver una entrevista en la que habla sobre ello), los que abran la investigación sobre lo ocurrido en realidad, que ha sido objeto de libros, documentales, películas, canciones y series de televisión dentro y fuera de nuestras fronteras, lo que ha contribuido a hacer de Lorca un mito, algo que sería justo incluso sin una muerte tan trágica.

De su obra teatral y poética hablaremos con más calma en los próximos días (y en sus posts correspondientes). Mientras tanto, por si a alguien le interesa, os dejo con unos vídeos sobre la vida y la muerte de uno de los poetas españoles más grandes y  universales (curiosamente, a pesar de lo aparentemente localista y andaluz de su poesía) de todos los tiempos:


Esta es una recreación cinematográfica de la muerte de Lorca con el poema que le dedicó Antonio Machado, "El crimen fue en Granada", de fondo:



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