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jueves, 24 de noviembre de 2011

Allen Ginsberg, Tres poemas contemporáneos a Howl



Por RODRIGO OLAVARRÍA

"Resuelto a no cantar de aquí en adelante sino canciones de apego masculino"
- Walt Whitman


MUCHOS AMORES

Neal Cassady fue mi animal: él me puso de rodillas
y me enseñó el amor de su verga y los secretos de su mente
Y nos encontrábamos y conversábamos, caminábamos en la tarde por el parque
Hacia Harlem, recordando Denver y a Dan Budd, un héroe
Y nos apurábamos para dormir en Harlem, tras una larga noche,
Jack y la anfitriona en una gran cama de dos plazas, yo fui voluntario para el catre y Neal
Fue voluntario para el catre conmigo, nos desvestimos y nos recostamos.
Tenía puesta mi ropa interior, mis shorts, y él sus calzoncillos -
Luces apagadas en la estrecha cama me volví hacia mi lado, con mi espalda hacia su torso de muchacho Irlandés,
y me acurrucaba y balanceaba en el borde, y mantenía la distancia-
y dejaba caer mi cabeza y mantenía my brazo al lado, alejado
Y él viendo mi temor estiró su brazo, y lo puso alrededor de mi pecho
Diciendo "Acércate a mí" tomándome hacia él:
Yo yacía ahí temblando, y sentía su gran brazo como el de un rey
Y su pecho, su lento corazón golpeando contra mi espalda,
y su torso medio, estrecho y acerado, suave en mi espalda,
su encendido y duro vientre calentándome mientras temblaba-
Su vientre de puños y hambre, su vientre besado por mil chicas en Colorado
Su vientre de rocas arrojadas a los techos de Denver, hazañas de saltos y puños, su estómago de soledades,
Su vientre de acero ardiente y cárceles afectuoso a mi lado:
Empecé a temblar, me acercó aún más con su brazo, y me abrazó largo y cerca
mi alma se derritió, el secreto partió, me hice
de ahí en adelante abierto a su naturaleza como una flor en el brillante sol.
Y bajo su vientre, en ropa interior blanca, tensa entre mis nalgas,
Sus propias carnes contra mi suaves, acurrucado en camaradería, se acercó & presionó dentro mío, abierto a mi entendimiento,
lentamente empezó a crecer, señalándome afecto más lejano y profundo, ternura sexual.
Tan gentil el hombre, tan dulce el momento, tan gentiles los muslos que se frotaban contra mi poderosa piel suave, tibia junto a mis piernas
Que mi cuerpo se estremece y tiembla de felicidad, recordando-
Su mano abierta sobre mi vientre, sus palmas y dedos extendidos sobre mi piel
Caí hacia él, y me volví, cambiándome, puse mi cara en su brazo descansando,
mi pecho contra el suyo, me ayudó darme vuelta, y me sostuvo cerca
su brazo en mi espalda bajo mi cabeza, y brazo en mis nalgas tierno sosteniéndome dentro,
nuestros vientres juntos acariciándose, las carne se tocan, presionando y conocedores de las durezas de cada uno, y la mía asomando de mi ropa interior.
Luego me apreté más cerca y alcé mi pierna entre las suyas, y él yacía la mitad encima de mí con sus muslos y me acostó cerca, acariciando
Y se movió junto a mí presionando su verga contra mi muslo y la mía contra el suyo
Lentamente, y lentamente empezó un match de amor que continua en mi imaginación hasta este día una década entera.
Así conocí a Neal & así sentimos la carne el uno del otro y poseíamos el alma y el cuerpo del otro.
Así, mientras yacía sobre su pecho con mis brazos alrededor de su cuello y su mejilla contra la mía,
Bajé mi mano para sentir su gran espalda por primera vez, quijada y pectorales de acero en mis dedos,
más cerca, desde la grandiosa espalda de seda hasta su cadera, su completo torso abierto ahora
mi mano en su cadera temblando, esperaba demorándose y bajo el elástico de sus calzoncillos,
por primera vez toqué el suave monte de sus nalgas de roca, sedosas en su poder, redondeadas en jodienda animal y noches corpóreas sobre enfermeras y colegialas,
oh culo de largas soledades en autos robados, y soledades en veredas, pensativo puño en la mejilla,
Culo de mil despedidas, culo de juventud, amantes de la juventud,
Culo de mil solitarias cagadas en bencineras de grandes secretos dolorosos de los años
¡oh culo de misterio y noche! Culo de gimnasios y pantalones musculares
culo de escuelas secundarias y masturbación culo de gozo solitario, culo de la humanidad, tan bello y vacío, dotes de Mente y Ángeles,
Culo de héroe, Neal Cassady, tuve en mi mano: mis dedos trazaron la curva hasta el fondo de sus muslos.
Levanté mis muslos y me bajé los shorts hasta las rodillas, y me doblé para quitármelas
y me alzó desde su pecho, y también bajó sus calzoncillos,
humilde y sumiso y obediente a su carácter nuestro silencio,
y desnudo al fin con un ángel & griego & atleta & héroe y hermano y muchacho de mis sueños
yazgo con mi cabello mezclado con el suyo, él preguntándome "¿Qué vamos a hacer ahora?"
- Y confesó, años más tarde, que pensaba que yo no era maricón al principio en complacerme & servirme, chupármelo y hacer que me venga, quizás o si yo fuera maricón, eso sería lo que yo querría de un tonto idiota como él.
Pero cometí mi primer error, y lo hice ahí mismo mi amo, y agaché la cabeza, y sosteniendo su nalga
Tomé su verga y la sostuve, sintiéndola palpitar y presionando la mía contra su rodilla & respirando le mostré que lo necesitaba, verga, para mis sueños de insatisfacción & solitario amor.
- Y yazgo aquí desnudo en la oscuridad, soñando
Arctic, 10 de Agosto, 1956


POEMA DE AMOR SOBRE UN TEMA DE WHITMAN

Entraré silenciosamente al dormitorio y me acostaré entre el novio y la novia,
Esos cuerpos caídos del cielo extendidos esperando desnudos e intranquilos,
Brazos descansando sobre sus ojos en a oscuridad,
Sepultaré mi rostro en sus hombros y pechos, respirando su piel
Y acariciaré y besaré en el cuello y boca y haré que la espalda sea abierta y conocida,
Piernas levantas dobladas para recibir, verga en la oscuridad conducida atormentada y atacando
Excitada desde el agujero al hormigueo de la cabeza,
Cuerpos cerrados temblando desnudos, caderas y nalgas calientes fornicando,
Y los ojos, ojos destellando y encantando enanchándose hacia apariencias y abandono,
Y gemidos de movimiento, voces, manos en el aire, manos entre muslos,
Manos en la humedad de suavizadas caderas, la palpitante contracción de los vientres,
Hasta que el blanco fluye entre las arremolinadas sábanas,
Y la novia llora por el perdón, y el novio es cubierto con lágrimas de pasión y compasión,
Y yo me levanto de la cama relleno de los últimos gestos íntimos y besos de despedida-
Todo antes que la mente despierte, tras sombras y puertas cerradas en una oscurecida casa
Donde los habitantes vagan insatisfechos en la noche,
Fantasmas desnudos buscándose en el silencio.

San José, 1954.


MALEST CORNIFICI CATULLO

Estoy feliz, Kerouac, tu alocado Allen
finalmente lo logró: descubrió un nuevo y joven gato,
y mi imaginación de un muchacho eterno
camina sobre las calles de San Francisco,
guapo, y nos juntamos en cafeterías
y me ama. Ah no creas que estoy enfermando.
Estás enojado conmigo. ¿Por todos mis amantes?
Es difícil comer mierda, sin tener visiones;
cuando tienen ojos para mí es como el cielo.

ALLEN GINSBERG - POEMAS


Considerado el pionero de la generación beat de los años cincuenta, activista del Flower Power y del hippismo. Nació el 3 de junio de 1926 en Paterson, Nueva Jersey, hijo de Louis Ginsberg, poeta y maestro, y de Naomi Ginsberg, una emigrada rusa que desde joven abrazó el marxismo y murió paranoica en 1956. Uno de sus libros más conocidos es "Aullido" (1956). Puede citarse también "Noticias del Planeta" (1968), "Káddish" (1961). Muere en Nueva York en 1997.

Lo que la marea devuelve en Vlissingen
para Simón Vinkenoog

Plástico y celofán, cartones de leche y envases de yogur, bolsas de red
azules y naranjas
cáscaras, bolsas de papel, plumas y algas, palos y ladrillos.
Jugosas hojas verdes, ramas de pino, botellas de agua, madera terciada,
envoltorios de tabaco,
tapas de frascos de café, tapitas de botellas de leche, cajas de arroz,
soga azul, viejo zapato marrón, piel de cebolla
blancos trozos de concreto gastados modelados por las mareas, galletas
marineras,
envases de detergente, corteza y tablas, un cepillo para la
ropa,
la tapa de una caja
un aerosol de removedor, una pequeña cebolla marrón, una taza amarilla.
Un muchacho con dos bastones camina en la orilla, una gaviota muerta, una
zapatilla azul.
La manija de un bolso, medio limón, un atado de apio, una redecilla.
Tapa de corcho, pomelo, guante de tela engomado, cañitas voladoras mojadas,
parvitas de algas marinas de un tono herrumbrado amontonadas a lo largo de las
marcas que deja la marea en el murallón,
el paragolpes plástico de un automóvil, casco verde partido por la mitad,
un gran nudo de soga de cáñamo, un tronco de árbol
desnudo de su corteza,
una estaca de madera, un balde, una miríada de botellas plásticas, paquetes
vacíos de tallarines marca Zara,
un tambor gris largo plástico, de esos que se usan para transportar
combustible, rollo de vendas, botellas de vidrio,
latitas, un arbolito de navidad,
un caño de hierro oxidado, yo mismo
y mi pis.



Muerte y Fama

Cuando yo muera
me da igual lo que pase con mi cuerpo
si lanzan las cenizas al aire, las dispersan en el
este del Río
o las entierran en una urna en Elizabeth, New
Jersey, cementerio B'nai Israel
Pero quiero un gran funeral
Catedral de San Patricio, iglesia de San
Marcos, la mayor sinagoga de Manhattan
Primero, está la familia, hermano, sobrinos,
activa madrastra Edith de 96 años de edad, tía
Honey la del viejo Newark,
Doctor Joel, primo Mindy, tuerto y uniorejudo
hermano Gene, rubia cuñada Connie, cinco
sobrinos, hermanastros & hermanastras, sus
nietos,
compañero Peter Orlovsky, celadores
Rosenthal & Hale, Bill Morgan...
Luego, el espíritu del Maestro Trungpa
Vajracharya, y están Gelck Rinpoche, Sakyong
Mipham, Dalai Lama alerta, posible visitante de
Norteamérica
Salchitananda Swani Shivananda, Deborahava
Baba, Karmapa XVI, Dudjon Rinpoche, fantasmas
de Katagari & Suzuki
Baker; Whalen, Daido Loorie, Qwong, frágil y
de pelo blanco Kapleau Roshis, Lama Tarchin...
Después los más importantes, amantes de todo
un medio siglo
Docenas, un centenar, más, colegas mayores
calvos & ricos
jóvenes conocidos recientemente desnudos en
la cama, multitudes sorprendidas de verse unas a
otras,
innumerables íntimos, intercambiando
recuerdos
"Él me enseñó a meditar, ahora soy un antiguo
veterano del retiro de los mil días..."
"Yo toqué música en los andenes del metro,
soy hetero pero le quise y me quiso"
"A los 19 sentí que me quería más que nadie nunca"
"Nos tumbamos bajo mantas, cotilleos, leyó
poemas míos, abrazos & besos tripa contra tripa,
brazos alrededor uno del otro"
"Yo siempre me meto en la cama con ropa
interior & por la mañana los calzoncillos
estaban en el suelo"
"Los japoneses siempre querían que me
enrollara con un maestro"
"Hablamos la noche entera de Kerouac &
Cassidy sentados como Budas, luego dormimos
en su cama de capitán"
"Parecía necesitar mucho afecto, una pena
no hacerle feliz"
"Antes nunca estuve en la cama desnudo con
nadie, fue tan cariñoso, el estómago
se me estremeció cuando deslizó el dedo por
mi abdomen de pezones a caderas..."
"Lo único que hice fue estar tumbado con los
ojos cerrados, él hizo que me corriera con la
boca & los dedos deslizándose por la cintura"
"Me hizo una mamada maravillosa"
Así son las conversaciones de amantes de 1946,
el espíritu de Neal Cassidy mezclándose
con carne y sangre de la juventud de 1997
y sorpresa: "¿También tú? ¡Si yo creía que eras hetero!"
"Lo soy, pero Ginsberg fue una excepción,
por algún motivo me gustó"
"Olvidé si yo era hetero, gay, loca o divertido,
era yo mismo tierno y cariñoso para que me
besen la coronilla,
la frente, garganta, corazón & plexo solar,
en pleno vientre, en la polla me dio mucho placer
con la lengua en el culo"
"Me encantaba el modo en que recitaba:
"Pero a mi espalda siempre oigo el carruaje alado
del tiempo que se apresura acercándose", manos
juntas, ojo en el ojo, en la almohada..."

Entre amantes, una hermosa juventud que
ofrece el trasero

"Yo asistí a sus clases de poesía, era chaval de
17 años, hice algunos recados hasta su piso
sin ascensor,
me sedujo y no quería, hizo que me corriera,
fui a casa, nunca le volví a ver, nunca quise..."
"No se podía levantar pero me quería",
"Un viejo limpio",
"Se aseguró de que yo me corriera antes"
Esta es la multitud más orgullosa sorprendida
en el lugar de honor de la ceremonia...
Luego poetas & músicos -bandas grunge de
universitarios-
envejecidas estrellas del rock, Beatles,
fieles guitarras que acompañan directores gay de música clásica,
desconocidos compositores de jazz muy pasado,
trompetistas funky, bajos con arco & trompas, genios negros,
cantantes de folk, violines, con dobro, pandereta, armónica, mandolina,
arpa de boca, silbatos y zazoos
Después artistas italianos realistas románticos
educados en los años 60 en la India, pintores-poetas
toscanos, los últimos fauves, dibujantes
clásicos de Massachusetts, diablillos surrealistas
casados con mujeres del continente, pobreza,
cuadernos de dibujo, maestros de escayola, óleo,
acuarela de las provincias norteamericanas.
Luego profesores de instituto, solitarios
bibliotecarios irlandeses, delicados bibliófilos,
tropas de liberación sexual, mejor dicho ejércitos,
damas de uno y otro sexo.
"Le vi docenas de veces y nunca recordaba mi
nombre, de todos modos le quería, un auténtico
artista"
"Un ataque de nervios después de la menopausia,
el humor de su poesía me salvó del suicidio"
"Charmant, un genio de modales modestos,
fregaba los platos, estuvo invitado una semana
en mi estudio de Budapest"
Miles de lectores, "Aullido me cambió la vida
en Libertyville, Illinois"
"Le vi leer en Montclair State Reacher College
y decidí ser poeta..."
"Me enganchó, empecé con rock de garaje
cantando canciones en Kansas City"
"Kaddish me hizo llorar por mí mismo y por
mi padre que vivía en Nevada City"
"Padre Muerte me consoló cuando mi
hermana murió en Boston, en 1982"
"Leí lo que dijo en una revista, me puso
en órbita, comprendí que por ahí había otros como
yo"
Bardos sordos & mudos firmando brillantes
gestos con la mano
Luego periodistas, secretarias de editores,
agentes, retratistas y aficionados a la fotografía,
críticos de rock, trabajadores culturales
historiadores de la cultura vienen a presenciar el
histórico funeral
Super-fans, poetastros, beatniks de
edad madura & seguidores fieles de los Grateful Dead,
cazadores de autógrafos, distinguidos paparazzi,
mirones inteligentes
Todos saben que fueron parte de la "Historia"
exceptuados los muertos que nunca supieron
lo que pasaba exactamente
ni siquiera cuando yo estaba vivo.

ALLEN GINSBERG TREPA POR CHILE (1960)



Por Vadim Vidal

En enero de 1960, el poeta beatnik Allen Ginsberg estuvo en Chile. Vino por dos semanas y se quedó tres meses, la mayoría del tiempo en la casa de Nicanor Parra.Carreteó con Gonzalo Rojas, Ernesto Sábato, Violeta Parra, Teillier y toda la taquilla pensante de la época. Y los que se acuerdan de esos días, de esto se acuerdan.

ALLEN GINSBERG era pop cuando no existía el pop y actuaba como rockstar a pesar de que el rock contaba recién sus primeros pasos, y fue activista gay cuando no existía el gay power. Lo suyo era la poesía beat, el misticismo y el vagabundeo. Eso lo trajo a Chile en enero de 1960.En esa época, en Chile era usual que las universidades realizaran congresos durante el verano. Programado entremedio de un congreso de Psicoanálisis en la Universidad de Chile, y otro de escritores chilenos en la de Valparaíso, el "Primer Encuentro de Escritores Americanos" en la Universidad de Concepción fue la razón de la visita ginsbergiana.

Además de su amigo Lawrence Ferlinghetti (el otro poeta norteamericano perteneciente a la tribu de la Beat Generation que lo acompañó), entre las visitas ¡lustres de ese encuentro estuvieron Ernesto Sábato, Miguel Arteche, Nicanor Parra, Volodia Teitelboim. Gonzalo Rojas fue el de la idea: "Todo esto se gestó en noviembre de 1959, cuando me contacté en San Francisco con la librería de Ferlinghetti, City Lights, donde mandé una invitación a cuatro escritores de la Beat Generation. Vinieron dos. Jack Kerouac se excusó".

Cuenta Rojas que para Ginsberg y compañía fue muy extraño que los mandaran llamar desde una punta del mundo y como anécdota, recuerda que los organizadores ofrecían traer a las esposas o parejas de los participantes, por lo que Ginsberg mandó pedir dos pasajes en primera clase, "una para él y la pareja con que andaba". Pero llegó solo.Nicanor Parra no los conocía, ellos tampoco a él, aunque Parra era citado como influencia para su poesía: en 1954, el poeta chileno había editado los "Poemas y Antipoemas" y el 56, Ginsberg dio a la luz su célebre "Howl" ("He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas, histéricas, desnudas/ arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de una dosis furiosa..."). Desde Las Cruces, el antipoeta se recuerda: "Él estaba más bien en la onda gay, era lo que más le interesaba". Cuenta la leyenda que cuando le preguntaron en el aeropuerto a qué había venido a Chile, Ginsberg respondió "Vengo a coger", pero Parra no confirma la anécdota, ni tampoco lo hizo Ginsberg en una entrevista concedida a Noreste en 1987 .

Según la evasiva respuesta de Ginsberg, "puede ser (que haya dicho eso). En Santiago conocí a mucha gente, salíamos a los bares de la calle Alameda... Tengo muchos amigos en Santiago". "Y sepa Moya si lo hizo, esa era su vida privada", acota Parra.

No hay mayores registros de la visita y la mayoría de quienes la recuerdan lo hacen de un modo anecdótico, como si hubiera venido a Concepción y luego hubiera hecho sus maletas de vuelta a San Francisco. Pero la verdad es que el poeta se quedó un rato largo. Así lo contó el propio Ginsberg en Apsi en junio del 1987, a Sergio Marras: "Viajé por todo Chile. Estuve en Ancud en la casa de un poeta de allí. Su familia tenía una envasadora de pescado, y comí mucho pescado en tarro. Salí a pescar. Crucé Los Andes hacia Bariloche. También fui a Temuco. Me interesaban los araucanos y sus hierbas. Así que las busqué hasta que las encontré. Esas hierbas eran muy celebradas en la época. Producían efectos novedosos".

En efecto, Ginsberg anduvo en Chiloé tras la pista del chamico, una hierba mapuche que se la había recomendado el poeta Jorge Teillier antes de abrir al congreso sureño. Teillier lo había interceptado a la salida del Hotel Panamericano, en Santiago, y aprovechó de entrevistarlo para Ultramar, la revista de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile. En esa nota, según Teillier, su aspecto era "entre predicador religioso, comerciante ambulante y guerrillero cubano: frondosa barba, melena, desaliñado atuendo y un equipaje consistente en un gran bolso de buhonero y una caja de cartón".

Ángel Parra, que también estuvo con el poeta, cuenta desde París que éste se adaptó muy rápidamente a Santiago y que fue a San Diego a comprarse un overol azul. "De esos que tienen pantalón", recuerda su tío Nicanor en el Litoral Central. "Y nada más, ropa interior, no. Evidentemente que eso llamaba la atención".

Bueno, Ginsberg también llamaba la atención cuando hablaba. En Concepción dijo que era "urgentemente necesario importar algunos kilos de marihuana para los escritores chilenos a fin de despertar su dormida percepción". Para Gonzalo Rojas, "llegó haciéndose, un poco presuntuosamente, el dueño de la cosa, como el desafiante". En todo caso, cuenta que eso era "pintoresco, simpático, con aire de mundo, y sirvió para ventilar al país".

Nicanor Parra se acuerda que Ginsberg se adueñaba de los recitales de poesía. Años después, Parra siguió recitando junto a él en Nueva York y en distintos congresos y siempre llevaba algo preparado para hacerle el peso.

En su paso por Concepción, Allen Ginsberg se instaló ante mil personas en el Foro de la Universidad, leyó poemas de su libro "El Aullido", en inglés, y el escritor Fernando Alegría, que lo había traducido, lo iba leyendo en español en forma simultánea. Se robó la película.Entre las anécdotas penquistas, todos los que estuvieron con él recuerdan su visita al mineral de Lota. Cuenta Rojas: "A la salida de las sesiones, que terminaban como a las cinco de la tarde, me iba con todos a Lota.

Salíamos volando para alcanzar a llegar a la salida de los turnos de los mineros que habían entrado a las cuatro de la mañana, y que venían todos tiznados desde el fondo. Entonces yo les dije ¿quiénes son los valientes que se atreven a bajar al pique?, y éstos se atrevieron. Este era uno mucho más difícil y más profundo, había que meterse por las galerías. Me acuerdo que Ferlinghetti dijo que le recordaba cómo era la minería en Pennsilvania el siglo anterior. La visita le impactó y, de hecho, escribió un poema de eso, llamado Puerta escondida". Parra también estaba ahí y recuerda un chiste macabro: "Después de que vimos a los mineros volver del fondo de la tierra -todos éramos en ese tiempo marxistoides yo no sé quién le preguntó qué era lo que pensaba de esto, la explotación capitalista y él dijo: el mundo se divide en ricos y pobres. Estos ñatos han elegido ser pobres, que se cambien al otro bando: que se hagan ricos. Ese fue el chiste que hizo. Pero ese chiste hay que leerlo por debajo y por el lado, es muy complejo".

Luego de Concepción, el gringo beat visitó Ancud, Bariloche, Temuco y de vuelta a Santiago. Ginsberg nunca se quedaba en un solo lado y esta no fue la excepción. La capital era sólo la escala para aventurarse en la ruta inca que había efectuado su amigo William Burroughs siete años antes. Claro que en la pasada conoció al clan Parra en extenso y también la bohemia santiaguina de la época. Nicanor Parra lo hospedó cerca de un mes en su casa de La Reina y compartió con Violeta y Ángel Parra, que vivían cerca. Todo esto mientras esperaba que su amigo Ferlingetti, que había vuelto a Norteamérica, le enviara unos cheques que le permitirían ir a Perú y Bolivia.

Francisco Vejar, poeta y amigo de Jorge Teillier, dice que se contaban historias sobre su estadía en La Reina. Como que se inyectaba los brazos sin sacarse el chaleco. O que andaba trayendo un pasaporte que acreditaba médicamente que tenia que consumir "ciertas dosis" de drogas al día y que no se le podía privar de esas sustancias. Sustancias que, ciertamente, tenía problemas para conseguir. Gonzalo Rojas narra la irrupción que tuvo en el bar II Bosco, cuna de la bohemia santiaguina de entonces: "Me lo contaron, yo no lo vi, pero entró y gritó: ¡Vengo a buscar cocaína y maricones! Entonces, uno de los de ahí lo tiró de la chaqueta y le dijo: Ya, huevón, aquí está lleno de maricones y drogadictos, así que no venís a hacer ninguna cosa nueva". Agrega que "se hizo muy amigo de los escritores jóvenes ya que tenía sus devociones que todos saben, le interesaba mirar". Pero que no recuerda ningún escándalo mayor. Lo que ratificó el mismo Ginsberg en la entrevista que le dio a Sergio Marras: "No me enamoré de nadie, al menos particularmente, aunque le eché el ojo a un joven pintor que hacía unos dibujos muy buenos. No recuerdo su nombre".

Uno de los últimos poetas que Ginsberg aprovechó de conocer fue Pablo de Rokha, quien vivía frente a la Estación Mapocho después de su viudez. Vejar cuenta lo que Teillier le contó a él: "Carlos de Rokha, su hijo, que es un enorme poeta, le preguntó a Ginsberg ¿es verdad que usted es marica? y él le dijo que sí. Entonces Carlos le recomendó que no le dijera nada de eso a su papá porque si no lo iba a echar a patadas".

Con los años, la conversación que más recordó Ginsberg de su viaje fue la que sostuvo con los de Rohka: "Hablábamos de elecciones, de lo difícil que sería una elección en Chile si el Partido Comunista ganaba. Ellos decían entonces que, en ese caso, el Departamento de Estado intervendría, que Chile vivía a la sombra del imperialismo americano. En ese momento yo pensé que eran unos exagerados". El poeta beatnik hablaba en un castellano medio tarzanesco que aprendió durante sus viajes por el Caribe, cuando era marinero mercante. Pasaron otras cosas: al par de meses, Ginsberg quería arrancar de Santiago, ganoso de partir a Perú a probar la ayahuasca de manos de los indios amazónicos; y se enfermó, como le declaró en una carta a su amigo Sebastián Salazar Bondy. De los seis meses que pasó en Sudamérica, tres los pasó en Chile. Luego, partió a Perú, Bolivia, y se fue a la India, a exorcisar los dolorosos recuerdos de la muerte de su madre Naomi Ginsberg, presa de la esquizofrenia, a quien le dedicó su monumental letanía Kaddish que escribió en una sola noche. Poema que hizo poco antes de este viaje. Cuando ya era una leyenda viviente.

Fuente: Zona de Contacto de El Mercurio13 de junio de 2003

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