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jueves, 29 de mayo de 2014

Breve Reseña de la Vanguardia Literaria por Don Luis Ossa Gajardo


                                                                                                                                                    
                   
El autor con su esposa en Villa Alemana, Chile


*Luis Ossa Gajardo


Introducción:

                             En este artículo presentaremos una reseña sobre algunos movimientos literarios surgidos entre los años 1909 y 1930 aproximadamente, nos referiremos al movimiento literario vanguardista y sucintamente a la generación del 27. Vanguardismo deriva del vocablo francés avant garde, término de origen político militar, cuyo significado es custodia avanzada. Título ostentoso para un movimiento artístico que anuncia su espíritu combativo. Este movimiento involucró no sólo a la actividad literaria, sino a otras manifestaciones del arte; teatro, arquitectura, música, cine y pictórica.

El vanguardismo comienza en los años 1909  alcanzando su mayor apogeo en los años 20 y tiene por principales causas las grandes transformaciones de la época; el súbito avance científico tecnológico, la aparición del automóvil, el avión y otras invenciones, la primera guerra mundial, la revolución Rusa en el año 1917, los grandes bloques políticos; fascismo y comunismo y la crisis espiritual que afecta al mundo. La totalidad de estos acontecimientos presagian nuevos y oscuros tiempos por venir... tiempos desconcertantes en el duro devenir del hombre.

El artista vanguardista reacciona negativamente contra toda expresión anterior, en la pintura se evade el arte figurativo y aparecen las formas abstractas y colores estridentes, en el caso de la expresión literaria, se publican manifiestos los que, en su afán rupturista,  declaran caducas todas las expresiones que le precedieron, desecha la poesía clásica y burguesa  e invita a crear un arte nuevo sin los cánones armónicos anteriores.

La vanguardia literaria se caracteriza por elaborar una poesía prosaica que desecha la estrofa, la métrica, la puntuación y la sintaxis. Suprime la rima y el ritmo, el poeta crea en base a yuxtaposición de imágenes sin sentimientos o pasiones humanas, predominando en su arte la espontaneidad y el reflejo mental que muchas veces se traduce en simples juegos formales. Inventa caligramas en los cuales da forma a diversas figuras, utilizando en algunos casos letras de llamativos colores. Es decir, la vanguardia literaria rechazó el sentimentalismo y la subjetividad lírica y en su afán fríamente lúdico solo le interesó imponer un arte incoherente y fragmentario. Su fuerza creadora no radica de los recónditos hontanares del alma de un poeta, sino que emana de una mera y sugestiva creatividad e imaginación mental.

Ruptura de la ruptura: Cada movimiento vanguardista tiene una duración breve.
                                         Estos movimientos entran en crisis en 1929 y terminan el año1930.

Principales corrientes vanguardistas literarias: Futurismo, Dadaísmo, Ultraísmo,
                                                                      Creacionismo, Surrealismo.


El Futurismo

Es un movimiento artístico literario que surge en Italia en el año 1909, gestor de este movimiento es el poeta e ideólogo italiano Filippo Tommaso Marinetti, quien desarrolló esta nueva tendencia o corriente en poemas y ensayos. Conocido es su manifiesto escrito el 20 de febrero de 1909 en “Le Fígaro” periódico frances, en su primer punto expresa: “Queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y la temeridad” y en el décimo punto declara: “Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra toda vileza oportunista y utilitaria.”
Este movimiento intenta romper toda conexión con el pasado y crear un nuevo arte basado en la dinámica, la fuerza, la rapidez, la energía, el movimiento y la deshumanización.  El futurismo haya su mayor acogida en la pintura de  numerosos artistas del pincel y los colores que lo cultivaron con entusiasmo y dedicación. En cuanto a sus seguidores literarios encontramos a tres poetas rusos, los poetas Vladímir Maiakovski, Velimir Jlébnikov y Alekséi Kruchióny,  en Bélgica a Émile Verhaeren, en Portugal al  escritor Fernando Pessoa, en España a el poeta Joan Salvat-Papasseit y a Marcos Fingerit, Brandán Caraffa y Alberto Hidalgo, en Buenos Aires, y Alfredo Mario Ferreiro y Juan Parra del Riego, en Montevideo.

El Dadaísmo

Este nuevo movimiento vanguardista comienza con la misma premisa de los demás movimientos de vanguardia, -nada vale, sólo lo que propone sirve- y se manifiesta en contra de todos los códigos del arte anterior. Su fundador fue Tristán Tzara, poeta y ensayista frances de origen rumano cuyo verdadero nombre era  Samuel Rosenstock quien  da a conocer esta nueva tendencia  a través de su manifiesto dado a conocer en Zurich – Suiza- el año 1916, este movimiento “artístico” abarcó la expresión gráfica, la música y la poesía, tendencia que se extendió por toda Europa alcanzando su influencia hasta los Estados Unidos de Norteamérica. Existen diversas teorías sobre el vocablo Dada, según algunos representa el primer balbuceo que emite un bebe, otros en tanto afirman que su origen se basa en que lo único entendible del idioma ruso era da da –sí sí – y otros aseguran que la intencionalidad era decir nada.
Este movimiento que duró solo dos años pretendía impactar al público provocando el rechazo por lo absurdo de su propuesta afirmando que la vida misma era una incoherencia. Su poesía se caracteriza por ser ilógica e incompresible para muchos, pues esta consistía en una simple sucesión de palabras y sonidos, cuyo mensaje implícito era representar lo dudoso, el nihilismo, la rebelión y la burla por el arte literario, es decir propone la destrucción de toda esencialidad poética   

Seguidores del Dadaísmo literario fueron: el escritor francés André Breton, Jean Arp, escultor, poeta y pintor franco-alemán, Wilhelm Albert Włodzimierz, mayormente conocido por su seudónimo Guillaume Apollinaire, Louis Aragón poeta y novelista francés. 


El ultraísmo

Este movimiento se origina al calor de una tertulia literaria en un café de Madrid en el año 1918 presidida por Rafael Cansinos Assens, poeta, novelista y ensayista español. El Ultraísmo aunque su influencia abarcó la plástica fue una corriente esencialmente literaria sobre todo poética la que tuvo por finalidad combatir el Modernismo y a la generación del 98 imperante en España y en la América hispanoparlante. Este movimiento literario fue ampliamente difundido a través de diversas revistas literarias de la época.
Las características principales de esta nueva forma de crear poesía fueron el exacerbado uso de la imagen y la metáfora,  supresión de los nexos y adjetivos, de la rima y la puntuación. Además eliminó el sentimentalismo y su tono confeccional.  A través de sucesivas metáforas pretende ser una poesía sugestiva, aunque críptica, menos lírica y tantas veces sencillamente hermética.
                                                           Este movimiento se extendió a América del Sur, especialmente a Argentina donde su mayor exponente fue Jorge Luis Borges, quien menospreciando la elegancia y riqueza lírica de la pluma de Rubén Darío escribe los siguientes términos: “La belleza rubeniana es ya una cosa madurada y colmada, semejante a la belleza de un lienzo antiguo, cumplida y eficaz en la limitación de sus métodos y en nuestra aquiescencia al dejarnos herir por sus previstos recursos, pero por eso mismo es una cosa acabada, concluida, anonadada".
Seguidores de este movimiento vanguardista fueron: Guillermo de Torre, Gómez de la Serna, Juan Ramón Jiménez. Jorge Luis Borges, Gerardo Diego, Juan Larrea, Pedro Garfias, Adriano del Valle, Eugenio Montes, Rafael Lasso de la Vega, José Rivas. Jorge Luis Borges Oliverio Girondo, Francisco Luis Bernárdez, Eduardo González Lanuza, Norah Lange y otros.

Esta corriente literaria – como los anteriores movimientos vanguardistas- fue de corta duración.



El Creacionismo

Tradicionalmente se da por autor del creacionismo a Vicente Huidobro, poeta chileno, corriente literaria que cultivó también el poeta francés Pierre Reverdy, y que, según nos cuentan ciertos autores en algún momento disputó la  paternidad de esta nueva forma lírica. Que si hubo autores en otras latitudes de la tierra, que en otras lenguas coincidieron en similares características en esta nueva concepción de escribir poesía, todo es posible, lo cierto es que Huidobro acuña la palabra “Creacionismo” después de madurar el concepto y plasmarlo en sus numerosas obras.
Según palabras del propio Huidobro comienza a cultivar este género literario en el año 1912, continuando en los años siguientes, pero es en el año 1916 cuando a través de una conferencia en el Ateneo de Buenos Aires, da a conocer públicamente esta nueva forma de crear poesía.

Características principales del Creacionismo: Eliminación de la sintaxis y de la puntuación, rechaza rotundamente la métrica, el ritmo y la rima, otorga suma importancia a la disposición tipográfica de las palabras al hacer uso frecuente de llamativos y numerosos caligramas, en otras palabras, hábilmente utiliza recursos de efectos visuales, ausencia de un eje temático conductor, excepto en algunas composiciones, entre ellas su “Arte Poética” , uso de metáforas incoherentes,  invención de nuevos vocablos sin lógica alguna, uso recurrente de juegos de palabras, suprime lo descriptivo y/o anecdótico. Utilizando sus propia palabras el poeta Vicente Huidobro declara: “El poema creacionista se compone de imágenes creadas, de conceptos creados; no escatima ningún elemento de la poesía tradicional, salvo que en él dichos elementos son íntegramente inventados, sin preocuparse en absoluto de la realidad ni de la veracidad anteriores al acto de realización". En síntesis es una poesía que no surge desde los recónditos hontanares del poeta, sino que, evidentemente es una creatividad mental, pues el propio poeta Vicente Huidobro lo evidencia en su Arte Poética: “El vigor verdadero reside en la cabeza”

Fieles seguidores de esta corriente fueron: Juan Larrea y Gerardo Diego.


El Surrealismo

El surrealismo cuyo significado es sobre el realismo, es un movimiento artístico-literario que comienza en el año 1916 y es creado por André Breton quien en el año 1924 declara en su primer manifiesto:
                              “SURREALISMO: sustantivo masculino. Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento, es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral.”
Después de romper, André Breton, con el movimiento Dadaísta, gravitó sobre él fuertemente el pensamiento del psicoanálisis de Sigmung Freud, en especial su relación con los sueños lo que con absoluta convicción le conlleva a crear un cosmos nuevo cuya base será el subconsciente.
Este movimiento de más larga duración influyó enormemente en todas las manifestaciones del arte y se caracterizó principalmente por su transcripción de lo onírico y, contrario a la ruptura que propugnaba el dadaísmo, este movimiento humanizó de nuevo el arte poético, pues su origen proviene desde la intimidad del ser de manera inconciente, armonizando dos estados anímicos aparentemente opuestos entre sí: la realidad y lo onírico los cuales se transfunden en un solo carácter unívocamente sorprendente.
                     En lo estrictamente poético, prescinde de la métrica, sin embargo, se observa una sólida cohesión en su ritmo interno, también resurge la retórica bastante enriquecida con nuevos giros expresivos, además, se originan nuevos e interesantes campos semánticos.

Conviene señalar que más de 65 pintores fueron entusiastas adeptos del movimiento surrealista, entre ellos, citaremos algunos: Salvador Dalí, Joan Miró, Xavier Degans, Jean Cocteu, Roberto Matta etc

En cuanto a los seguidores literarios del movimiento surrealista, -también numerosos- mencionaremos a algunos escritores y poetas: André Breton, Guillaume Apollinaire, Benjamín Péret, Phillipi  Soulppault, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Federico Garcías Lorca en “Poeta en Nueva York”, Rafael Alberti en “Sobre los ángeles”, Julio Cortázar, Alejo Carpentier, Octavio Paz, Pablo Neruda en “Residencia en la tierra” especialmente su poema Walking Around.
             Especial mención merece el grupo literario surrealista chileno “La mandrágora” (Planta a  la que se le atribuye poderes mágicos) conformada en 1938 por los poetas Teofilo Cid, Braulio Arenas, Enrique Gómez Correa, Carlos de Rokha y Jorge Cáceres, quienes mantuvieron correspondencia directa con los escritores surrealistas franceses.

Generación del 27. Generación post-vanguardia:
Después del breve período de la literatura vanguardista, irrumpió sólidamente la generación del 27 – generación de la amistad  que no intentó romper con los movimientos rupturistas anteriores - esta nueva generación post-vanguardista fue conformada por los insignes poetas: Pedro Salinas. Jorge Guillén, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre; Miguel Hernández y Luis Cernuda. Con este movimiento se retoma el léxico culto perdido con las corrientes de vanguardia, la poesía nuevamente se humaniza y, aunque algunos autores utilizaron el versolibrismo, resurge con esplendor el soneto, el villancico y el romance, Estos poetas cuidan la expresión lingüística, con un lenguaje depurado y henchido de lirismo obtienen en el poema la belleza, elemento consustancial en toda manifestación del arte. La poesía se revitaliza con la metáfora y la precisión conceptual a través de la imagen literaria.
Conclusiones:
                             Los principales grupos vanguardistas  analizados por el suscrito son Futurismo, Dadaísmo, Ultraísmo, Creacionismo, Surrealismo y lo hemos realizado con la serenidad analítica-objetiva de lo que en realidad fueron. También mencionamos  a la generación del 27.
En los amplios campos de la literatura nada debe ser excluido o condenado, lo cierto es que la creatividad poética no está sujeta a cánones pre-establecidos por los hombres, ella obedece a una ley natural tan cierta como la que rige a los astros del universo. El universo llama a las puertas del artista de la palabra e invade con su resplandor la voluntad creadora del ser, la entidad verbal es sólo el reflejo de nuestra intimidad subjetiva... fulgor y gloria de aquella riqueza interna que es parte de este universo, por tanto, la poesía no puede ser un artefacto inanimado, opaco y frío, la genuina expresión lírica, trémula en el blanco papel volverá a latir en los corazones fraternos y sensitivos.
  La obra literaria cimentada en la palabra tiene por fin último establecer un respetuoso nexo entre el lector y su creador quien elabora su expresión  para el supremo deleite del primero. En un noble gesto el artífice de la palabra intenta compartir el pan nutricio de su original creatividad, consciente que toda expresión verbal debe llevar en sí el fresco hálito de su propia intimidad, el fruto transparente de su desvelo a las pupilas del lector.  El arte de la palabra escrita no reside en una simple arquitecturación expresiva en base a vocablos inertes, ingeniosas frases, graciosas combinaciones o conceptos vagos y metáforas muertas como si tal fueran instrumentos fabricados por el impulso de un mental ingenio. El auténtico arte de la palabra escrita no dimana exclusivamente  de los atribulados surcos del cerebro humano, este sólo organiza lo que proviene de fuentes más profundas, de un espíritu capaz de elevarse a las cimas de la mística alcanzando la gracia que solo otorga el cielo. El poeta verdadero ha de abstraerse de todo ámbito deshumanizado y habitando en los elevados  campos de los valores espirituales  penetrar en los indelebles velos de su propia conciencia. De una conciencia que le indique que sólo es un vaso carnal de una suprema esencia en la transitoriedad de su vida terrestre.

Finalmente podemos afirmar que en lo personal sí aceptamos la vanguardia literaria creativa, al tiempo que, rechazamos rotundamente la vanguardia literaria destructiva.

Lamentablemente, en la actualidad, algunos poetas procurando la manera fácil de escribir poesía con  ciertos anhelos y vagas reminiscencias por la corriente vanguardista procuran activarla.


ESPEJOS DEL HASTÍO


                                      Luis Ossa Gajardo
¡Oh! tristes soñadores
que por agitar el verso incoherente
la sangre nutristéis
en un siglo desbocado.
¿Es la aridez vuestro rubi encendido?
¡Oh! poetas dejad de ser
el espejo del hastío.
Villa Alemana, 21 de Mayo de 2014
Luis Ossa Gajardo  
·        Poeta, Crítico Literario y Libretista Radial Chileno.



Villa Alemana – Chile.

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